Las consecuencias de que los hijos sean el foco de atención de sus padres

Escrito por: Montserrat Bascuas
Publicado:
Editado por: Cristina Mateo

Los niños acaparan el centro de atención de sus padres quienes trabajan y se esfuerzan a diario para ofrecerles las oportunidades que ellos no tuvieron. Depositan todas sus expectativas bajo la creencia de que dándoselo todo llegarán a ser aquello que ellos no pudieron. El niño, pues, adquiere un rol de superioridad que, a largo plazo, puede acarrearle problemas en sus relaciones interpersonales.

 

En las sociedades actuales es frecuente encontrar que las familias prefieren tener pocos hijos, entre uno y dos. Es lo que se conoce como “hijos del deseo”. Se desviven por su futuro y esto hace que los niños adquieran competencias profesionales muy aptas para su vida adulta pero, sin embargo, escasas habilidades emocionales y sociales.

 

Se sitúan en el centro de atención para sus padres y este protagonismo, que a priori parece positivo, acaba convirtiéndose en contraproducente para el niño. Se vuelven personas incapaces de reconocer los sentimientos de las personas que le rodean y de respetar sus necesidades. Los caracteriza una notable ausencia de empatía.

 

Los niños presentan escasas habilidades sociales.

 

 

 

Desarrollo de conductas desadaptativas y diagnóstico del Trastorno de la Conducta

 

Esta situación genera sufrimiento y sentimientos de frustración, ya que acostumbrados a tenerlo todo y sentirse el centro de atención, cuando se encuentran fuera del núcleo familiar se topan con la realidad opuesta. En muchas ocasiones, se sienten infravalorados lo que facilita que durante la adolescencia presenten síntomas de ansiedad y depresión. Incluso en algunos casos esto puede motivar a que el niño se inicie en consumo de sustancias. En ocasiones, este choque con la realidad termina en un diagnóstico de Trastorno de la Conducta.

 

 

¿Cómo se llega a esta situación?

 

  • Menor atención al menor porque los padres pasan más horas fuera del seno familiar. Esto genera un sentimiento de culpa que tienden a superarse consintiéndole todo a sus hijos.
  • Ausencia de límites. Muchos padres no quieren tener problemas con sus hijos y los evaden dándoles todo aquellos que piden. Esto genera un sentimiento de impunidad sobre el niño que choca con la realidad.
  • Depositar expectativas altas, sobre todo en el ámbito académico, social y deportivo.

 

 

Algunos consejos para evitar el Síndrome del niño emperador:

 

  • Establecer normas y límites.
  • Fomentar el diálogo y la cultura del esfuerzo.
  • Concienciar de que la violencia no puede ser el medio para conseguir un fin.
 Montserrat Bascuas

Por Montserrat Bascuas
Psicología


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