La vacuna contra la varicela no presenta riesgos

La varicela ha dejado de ser una enfermedad benigna. Es por este motivo que es necesario vacunar a los menores contra este virus. Los problemas que ocasiona pueden ser muy serios, y es por eso que es importante cortar ese riesgo mediante la vacunación.

Esperar a que los niños cumpla 12 años para vacunarlos contra la varicela no tiene sentido, porque a esa edad el 90 por ciento ya han pasado la enfermedad. Tal y como indican los pediatras, la vacuna debe ponerse en el tercer año de vida de los pequeños.

¿Cómo se manifiesta la varicela?

Es una enfermedad muy contagiosa que se incuba durante tres semanas. Ese es el tiempo en que el cuerpo se encuentra expulsando el virus. Luego se da la fase clínica en la que aparecen las ampollas en la piel, que producen picor. En algunos casos surgen complicaciones, que pueden hacer que la enfermedad se alargue más allá de las tres semanas. La varicela deja de ser contagiosa cuando aparecen costras en la piel.

Por lo que respecta a las complicaciones, por un lado están las neurológicas, que tienen impacto en el cerebro. Por otro, las complicaciones pulmonares, que pueden desarrollarse en forma de neumonías de muy mala evolución y difícil tratamiento, así como los problemas que surgen en la piel de los niños alérgicos. La enfermedad puede afectar a cualquier órgano. Además, existe un peligro real entre las embarazadas. Se dan casos de mujeres gestantes que se infectan por varicela, cuyo virus repercute en el feto con malformaciones graves.

¿La vacuna es inocua y no tiene riesgo para el niño que la recibe?

No existe ningún tipo de riesgo para los niños, ni tampoco para los adultos. La mayoría de los países occidentales utilizan esta vacuna, que no tiene efectos secundarios.

Es fundamental inyectar al menos una dosis de la vacuna. Eso es importantísimo, porque evita que la enfermedad se desarrolle de forma importante. Con una segunda dosis se erradica casi al completo la varicela. La segunda dosis debe aplicarse por lo menos con tres meses de diferencia respecto a la primera.