La terapia sexual para mejorar la fertilidad y sexualidad
Escrito por:Con más frecuencia de la que se cree, existen parejas que después de un tiempo utilizando un método anticonceptivo, deciden dejar de utilizarlo para tener un hijo. No obstante, después de un tiempo se dan cuenta que no es tan fácil como parecía.
Esta situación es más común de lo que parece, en los últimos años han aumentado de manera notable el número de embarazos conseguidos con ayuda de especialistas. Cada año se realizan alrededor de 50.000 ciclos de fecundación in vitro y 23.0000 inseminaciones artificiales.
¿Cuándo es necesaria la reproducción asistida?
Antes de realizar tratamientos de inseminación artificial y fecundación in vitro, la pareja decide tomar la iniciativa y comenzar con determinados tratamientos por prescripción médica, para lograr el embarazo por medios naturales. Si no lo consiguen, les siguen meses y meses de cálculos de fechas, ovulaciones… lo que genera un nerviosismo y hace que la culpa haga mella en la pareja.
¿Cómo afecta esta situación a la pareja?
En esta situación, muchas veces el deseo sexual desaparece para desembocar en la rutina y la obligación. Esto no beneficia para nada la sexualidad de la pareja, por lo que siempre se recomienda que los momentos de intimidad no se reduzcan a los días fértiles y que las relaciones sexuales sigan entendiéndose como un momento especial en la pareja.
En muchas ocasiones, en los encuentros sexuales se encuentra la obligación de penetración, que en algunas parejas con historial de disfunción sexual puede ser una tarea difícil. También se pueden dar otros problemas como dolor en las relaciones sexuales, vaginismo o incluso problemas de disfunción eréctil.
Con el tiempo, el deseo de embarazo se hace más fuerte, además de que la mujer se somete a pruebas que cada vez pueden ser más dolorosas. Además, cada ciclo menstrual es un duelo y una vuelta al comienzo, lo que puede ocasionar más discusiones y conflictos.
¿Cómo puede ayudar la terapia sexual y de pareja?
Entender las relaciones sexuales de la pareja es fundamental para saber si son adecuadas para conseguir el embarazo. En algunos casos se puede entender cuando los problemas dependen de las relaciones sexuales, por ejemplo si existe dolor o imposibilidad de penetración, excesiva sequedad vaginal o problemas con la erección… Estos problemas deben ser abordados mientras la pareja inicia el contacto con los especialistas en fertilidad.
El hecho de planificar las relaciones para conseguir un embarazo deja poco espacio para improvisar, el deseo y la espontaneidad. La terapia sexual puede ayudar a tener unas relaciones sexuales satisfactorias, pero sin perder el objetivo común.
Muchas veces se centra todo el proceso de fertilidad en la mujer, dejando al hombre en un segundo plano. Esta terapia puede ayudar a afrontar el proceso como un “nosotros”, un equipo con un objetivo común caminando juntos para alcanzarlo.