La relación de la depresión con las redes sociales en los más jóvenes es bidireccional

Escrito por: Dra. Nuria Aragay Vicente
Publicado:
Editado por: Mireia Frias

En este artículo la Dra. Aragay Vicente, especialista en Psicología clínica, reflexiona sobre la importancia de detectar la depresión, evitar su estigmatización y prestar atención a la relación que se puede establecer entre este trastorno y el uso de las redes sociales y las pantallas en los más jóvenes.

Prestar atención a los síntomas de la depresión es importante para su detección

Tristeza y depresión son dos conceptos diferentes. Por un lado, la depresión es un cambio en el estado de ánimo de la persona, que se puede experimentar a lo largo de los días y de intensidad suficiente como para causar interferencia en su día a día. Por otro lado, experimentar tristeza u otros cambios en el estado de ánimo es normal, de manera que no podemos esperar estar siempre bien o de buen humor. Estos cambios son muy diferentes  de lo que consideramos una depresión, la cual se trata de una patología con unos síntomas muy claros, una durabilidad y con una interferencia muy clara en el funcionamiento de aquella persona en su día a día.

 

Un trastorno preocupante entre los jóvenes

Los números indican que en los últimos años ha ido aumentando significativamente la cifra de personas que están sufriendo esta patología, sobre todo entre los más jóvenes, y la OMS indica que será la siguiente enfermedad preocupante después de la COVID.

Los síntomas que nos pueden alertar que estamos pasando por un proceso de depresión son bastante claros, más allá de la tristeza y de la tendencia a llorar con facilidad van acompañados de otros síntomas, como por ejemplo una falta de energía, la dificultad para disfrutar de aquellas cosas que la persona hacía habitualmente, apatía, e incluso en ocasiones irritabilidad. También pueden aparecer otras alteraciones cognitivas como problemas de concentración o para recordar información. Otros pueden ser dificultad para dormir, alteraciones en el apetito, dolores de cabeza y cansancio. Una combinación de muchos síntomas que por si solos no explican nada, pero que la combinación de todos ellos mantenidos en el tiempo de manera intensa y causando una interferencia clara en el funcionamiento de la persona puede indicar que se trata de una depresión.

 

Las redes sociales como evasión a otros problemas

Los últimos estudios publicados desde el centro de investigación, reflejan como el 11% de los jóvenes que sufren adicciones a las redes sociales derivan en una depresión. El fenómeno de la depresión relacionado con la adicción a las redes sociales y el uso de las redes en los adolescentes es algo que se debe mirar con mucho cuidado. Los jóvenes hacen un uso muy extenso de las redes, viven dentro o a través de ellas en su día a día, y es lógico entonces y coherente ver que muchas veces su uso puede estar relacionado con un intento de buscar soluciones a problemas que puede estar experimentando la persona o una forma de afrontar o evadirse de determinadas problemáticas. Pero a la vez, el uso continuado que este sector de población hace de las redes sociales puede causarle malestar, baja autoestima, aislamiento y depresión. Por tanto, la relación entre el manejo de las tecnologías y las pantallas con la depresión, no es unidireccional, sino bidireccional.

 

 

La depresión prevalece el doble entre las chicas adolescentes que en chicos

Es cierto también que la depresión es un trastorno el doble de prevalente en el género femenino que en el masculino. Es difícil establecer una relación causal, pero en el caso de las chicas, se puede intuir que a través de las redes busquen la manera de encontrar acompañamiento, apoyo o refugio en su día a día o incluso ante algún malestar que estén sufriendo. Puede ser que al principio se encuentren a gusto, les resulte reforzante la comunicación y el apoyo obtenido en las redes, haciendo que su uso pueda acabar siendo descontrolado o abusivo y, entonces, pueden correr el riesgo de empeorar su estado de ánimo e incluso realizar conductas imprudentes en internet.

Pero ya hemos visto que no hay una relación causal directa, sino que es más bien bidireccional. Las redes sociales, aunque pueda parecer que nos ayudan y que nos pueden hacer superar el día a día, a largo plazo se nos acabará girando en nuestra contra, provocando todavía un empeoramiento mayor de los problemas que se están intentando evadir o de muchos otros asociados.

 

Hablar y no estigmatizar

Hablar de todos estos temas con naturalidad y tranquilidad puede ayudar a no estigmatizar a las personas que sufren depresión y, es importante hacerlo en los medios para dar visibilidad y normalizar un trastorno que tantas personas jóvenes sufren cada día.

Por Dra. Nuria Aragay Vicente
Psicología

La Dra. Aragay es especialista en Psicología y tiene más de 20 años de trayectoria. Se especializó en Psicología Clínica por el Consorcio Sanitario de Terrassa y realizó el doctorado en Psicología por la Universidad de Barcelona.

En la actualidad trabaja como psicóloga en el Instituto Brain 360 y en la Unidad de Adicciones del Consorcio Sanitario de Terrassa.

Ha participado en múltiples libros, congresos y publicaciones científicas y es experta en adicciones y juego patológico.

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