La ludopatía: factores de riesgo y tratamiento

La ludopatía es un tipo de adicción que los psicólogos y los psiquiatras definen como adicciones comportamentales. Son adicciones, porque cumplen una serie de criterios que son muy similares a las adicciones a sustancias, como el alcohol o las drogas.

Estos criterios son los siguientes:

• El impacto que tiene el juego en la vida: la cantidad de tiempo que se invierte en el juego, es decir, la cantidad de esfuerzo mental y de tiempo que se invierte pensando en esto.
• Gradualmente, la persona va jugando más, invirtiendo más tiempo, dinero y esfuerzos en el juego. Pasa exactamente igual con las adicciones a sustancias, que cada vez se va consumiendo más.
• La persona intenta esforzarse por controlar cuánto se juega, pero suele fracasar y finalmente, suele invertir más dinero de lo que pensaba inicialmente. Esto indica descontrol, a pesar de que se intenta controlar por parte de la persona que juega.
• Se hacen intentos repetidos para no seguir jugando, pero hay recaídas frecuentes.

Entonces, lo que diferencia el juego de la ludopatía es que en la ludopatía ya no hay control, porque hay un juego compulsivo en el que cuesta parar, aunque la persona sabe que puede tener consecuencias muy negativas.

Factores que contribuyen a que una persona sufra ludopatía

El primer factor, y el más importante, es un factor cultural. Este factor es la exposición a fuentes de juego (a máquinas, casinos, apuestas online, apuestas deportivas…), porque cuánto más expuesto y más se fomente este tipo de actividades de ocio, esto se convierte en un factor de riesgo para caer en la ludopatía.

Una persona que juega insistentemente tiene más posibilidades de engancharse, de manera que  cuánto menos juegue, más seguro estará. Y cuántas menos oportunidades de juego haya, más seguro estará. En este sentido, es un problema el tipo de herramientas y aplicaciones que hay ahora para apostar a través de Internet, porque hace que sea muy accesible y muy fácil entrar ahí.

Otro factor importante es la existencia de un nivel de insatisfacción en la persona que juega. Si la persona siente insatisfacción, frustración, aburrimiento o molestias emocionales, es probable que la persona descubra, por casualidad, que a través del juego desconecta de estos problemas y acabe enganchándose. Aunque inicialmente no lo vea así, inconscientemente acaba descubriendo que mientras está jugando, no se aburre y no está pensando en problemas.

Por otro lado, existe el factor de la normalización a nivel social. Cuánto más normal se vea apostar y jugar, más riesgo hay. Pero esto tiene que ver más con un factor social.

Por último, hay un factor muy importante que es un factor personal, que es el tipo de personalidad del jugador. Hay personalidades que tienden más a la búsqueda de sensaciones nuevas y estas personas, que suelen ser también las que tienen comportamientos compulsivos o aditivos de otro tipo (actividades de riesgo, prácticas sexuales de riesgo, deportes extremos, consumo de diferentes sustancias), tienen un mayor riesgo de caer en cualquier comportamiento adictivo, incluida la ludopatía.

Cómo salir de la adicción al juego

Lo ideal sería prevenir la caída, mediante mucha educación. Pero una vez que la persona se encuentra dentro de un proceso adictivo al juego, el enfoque terapéutico que corresponde es terapia cognitivo-conductual. Este tipo de terapia se basa en un programa de reeducación a nivel conductual, para que la persona aprenda a resistir o cambiar determinados patrones de comportamiento relacionados con el juego que ya se han instalado.

Generalmente, esta terapia se inicia con un control del dinero por parte de una persona de confianza, al menos durante las primeras semanas. También es muy importante que la persona se auto prohíba el acceso a casinos y a webs de apuestas. De esta manera, la persona va desarrollando nuevos hábitos y va aprendiendo a desintoxicarse mentalmente del juego.

Después se procede a concluir el periodo de recuperación, una vez que ya se ha desenganchado y ya lleva unos meses sin jugar. De esta manera, si había factores de frustración, de insatisfacción o de ansiedad en la vida diaria, de los cuáles escapaba a través del juego, se ayuda al paciente a que encuentre recursos alternativos que sean saludables para él.

¿Cuáles son los riesgos de la ludopatía?

La adicción al juego puede acabar, principalmente, con problemas a nivel interpersonal y también en un deterioro del paciente.

Los problemas a nivel interpersonal suelen venir, porque cuando hay una adicción al juego, como en todas las adicciones, suele incrementarse de forma progresiva. Entonces, hay un momento en que la persona empieza a tener problemas financieros y en consecuencia, empieza a pedir créditos, dinero prestado a familiares, incluso que llegue a cometer delitos (fraudes, robos…) para cubrir deudas o para seguir jugando.

Esto va deteriorando las relaciones personales. Además, al producir mucho estrés, también puede acabar desarrollando otros problemas psicológicos como ansiedad o depresión en la persona jugadora, derivados del primer problema que tenía con el juego. Esto sumado a alguna otra adicción complementaria a sustancias, porque suele ir muy de la mano el consumo de alcohol, de tabaco y de algunas otras sustancias. Pero en general se produce un deterioro global de la persona y de sus relaciones personales.