Lipedema: síntomas, diagnóstico y cómo la podemos diferenciar de la celulitis
¿Qué es el lipedema?
Es una enfermedad reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS)en el año 2018. Actualmente y gracias al estar dentro de la CID-11 (Clasificación Mundial de Enfermedades) como EF 02.2
En realidad, se describe como una inflamación crónica del tejido adiposo lo que provoca una acumulación de grasa principalmente en extremidades inferiores pero que también puede afectar a las superiores. Se asocia directamente a un mal funcionamiento del sistema linfático (lo que provoca es una “retención de líquidos” y edema).
Es una enfermedad infradiagnosticada que afecta mayoritariamente al sexo femenino (entre un 11 y 16%). Se suele confundir con celulitis y/o sobrepeso/obesidad. Es importante hacer un diagnóstico preciso para filiar la enfermedad y dar un tratamiento óptimo y personalizado.

ser confundida con celulitis.
¿Qué síntomas produce el lipedema?
Se suele manifestar con los siguientes signos y síntomas:
- Hematomas.
- Desproporción de las piernas respecto a los brazos.
- Arañas vasculares.
- Dolor punzante.
- Dolor a la presión de la zona interna de las rodillas y de los tobillos.
- Dolor zona pelvis (trocanteritis).
- Hipotiroidismo.
- Hiperlaxitud de ligamentos (torceduras de tobillo frecuentes).
- Ovarios poliquísticos.
- Olfato agudizado.
- Presión arterial baja.
- Hierro bajo.
- Intolerancias o sensibilidades alimentarias provocando distensión abdominal y/o flatulencias.
¿Cómo podemos saber si padecemos lipedema?
Habitualmente el diagnóstico suele ser más clínico por la aparición de signos y/o síntomas mencionados anteriormente. También es habitual pensar en lipedema cuando se han realizado varias dietas o tratamientos de estética corporal y ejercicio físico y hay resistencia a la pérdida de peso.
Lo ideal si una paciente cree que podría padecer un lipedema es ponerse en contacto con un médico que conozca bien la patología para ser diagnosticada. También en ocasiones es útil la ecografía o una linfogammagrafía si se piensa en lipo-linfedema.
El lipedema puede confundirse con la celulitis, ¿Cuáles son sus diferencias?
Casi siempre que existe lipedema hay celulitis secundaria pero no siempre que exista celulitis habrá un lipedema. La celulitis sin lipedema suele estar presente en mujeres delgadas, tiene aspecto de “piel de naranja” como hoyuelos en la piel debido a una fibrosis por falta de riego sanguíneo local.
¿Qué factores pueden contribuir a que aparezca el lipedema?
Casi siempre hay una predisposición genética, se cree que puede existir una herencia, por lo que nos deberíamos fijar en la abuela paterna y directamente de la madre también.
Los cambios hormonales como la menarquia (primera regla), embarazo o menopausia suelen ser detonantes, también el sedentarismo después de haber realizado ejercicio físico y deporte durante años como también al seguir tratamientos ansiolíticos junto a la toma de antidepresivos de larga duración.
¿Qué tipo de dieta nos puede ayudar a reducir/remitir los síntomas del lipedema?
Como tratamiento conservador del lipedema, a parte de la gestión del estrés, y la autoestima, el Método Godoy (drenaje linfático específico), junto a la intralipeterapia (inyecciones subcutáneas en la zona del lipedema), ejercicio físico específico, la nutrición es de vital importancia.
Las publicaciones más recientes avalan la utilidad de la dieta FODMAPS y la KETO antiinflamatoria como las más indicadas. La FODMAPS intenta eliminar el trigos, los azúcares, las legumbres, alimentos que lleven fructosa y lactosa etc… y es la más indicado en caso que exista lipedema con mucha sintomatología digestiva como intolerancias alimentarias, disbiosis intestinal, distensión abdominal, flatulencias, sensibilidad alimentaria etc. Y la Keto o cetogénica es baja en hidratos de carbono y puede ser más alta en grasa saludables y/o proteínas.
En nuestro caso optimizamos los dos tipos de nutrición según el metabolismo de cada paciente, siempre realizamos un estudio del metabolismo energética antes de prescribir una nutrición, de este modo tendremos una dieta totalmente personalizada y sin efectos secundarios los cuales pueden aparecer en ocasiones con ambas dietas en cuando a carencias nutricionales como macronutrientes o vitaminas y minerales. Un especialista en Antiaging es quien mejor nos puede ayudar.