La importancia de un buen análisis sanguíneo en el diagnóstico de la anemia
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¿Por qué se produce la anemia?
En Hematología una de las consultas más frecuentes es la anemia. Las causas de la anemia son múltiples y, a través de un historial clínico cuidadoso, se puede encaminar hacia la propia enfermedad o incluso el trastorno que la puede originar. Cómo se define y cómo se valora el grado de anemia se establece por el parámetro del hemograma, conocido como hemoglobina.
Cuando un paciente acude al hematólogo para consultar sobre anemia, este podrá ver si existe la patología a través del número de glóbulos rojos (o hematíes) que aparecen en el análisis de sangre.
Cuando los hematólogos clínicos clasifican y valoran la anemia lo hacen no por el número de hematíes sino por la cifra de hemoglobina y del tamaño del propio glóbulo rojo. El volumen corpuscular medio (o simplemente VCM) es un parámetro del hemograma que mide el tamaño del glóbulo rojo y puede orientar sobre sus posibles causas.
La importancia de un buen análisis sanguíneo en el diagnóstico de la anemia
Generalmente, al investigar la causa de una anemia, se comienza con un análisis que incluye una serie de valores como la cifra de reticulocitos (es decir, glóbulos rojos jóvenes), el índice de saturación de la transferrina, la presencia o falta de la vitamina B12, la persistencia de sideremia y el hemograma, entre otros.
Es fundamental realizar, además, un examen microscópico de la sangre, ya que el aspecto morfológico de los hematíes y también del resto de células presentes en la sangre, ayudan a orientar su posible causa.
¿Cuáles son los tipos de anemia más frecuentes?
En la práctica clínica la anemia de origen digestivo y ginecológico suele ser la más común, ya sea por un sangrado anormal que se haya originado en alguna zona anatómica del tubo digestivo o por pérdidas menstruales excesivas (también conocida como anemia ferropénica).
Consecuentemente, lo más habitual es solicitar una exploración endoscópica digestiva para poder determinar cuál puede ser la causa de la pérdida de sangre, siempre y cuando se sospeche que la anemia tenga un origen digestivo.
En estos casos es frecuente que el paciente sea un hombre o una mujer menopaúsica. Siempre se debe averiguar la causa de la anemia antes de comenzar un tratamiento con hierro, ya que, de no ser así, se podría desestimar el diagnóstico de otra posible enfermedad potencialmente grave.
¿Existen otro tipo de anemias?
Se debe tener en cuenta que existen muchas otras causas de anemia de naturaleza compleja. Estas requieren cierto tipo de exploraciones, como podría ser un examen de médula ósea, si, por ejemplo, se originase por algún tipo de deficiencia en la producción de glóbulos rojos.
Esta posible dificultad a la hora de formar hematíes puede ser de origen carencial (si faltase hierro o vitamina B12). Otra posible causa también puede ser que se hayan alterado las células madre hematopoyéticas (conocidas más comúnmente como stem cells, en inglés), o incluso también por algún tipo de ocupación anormal del espacio medular por alguna proliferación neoplásica que tenga su origen en la médula ósea, en algún tejido o en algún órgano que haya sido colonizado.
Las enfermedades crónicas inflamatorias, por su parte, como podrían ser la polimialgia reumática o la artritis reumatoide, así como también diversas enfermedades intestinales, se asocian con frecuencia a algún grado variable de anemia. Esta puede ser tanto por pérdida sanguínea (si fuera de origen intestinal), como también por el bloqueo o la dificultad del uso del hierro en los depósitos medulares, si está en un estado inflamatorio crónico (conocida como anemia inflamatoria).
¿Qué tipo de especialista me puede ayudar?
La anemia no es estrictamente una enfermedad, sino más bien se trata de una alteración hematológica que puede estar causada por una serie de enfermedades de diverso origen, tanto propiamente hematológicas como de otro origen, ya sea tumoral, inflamatorio, digestivo, carencial o ginecológico.
Los hematólogos clínicos son los especialistas más cualificados para diagnosticar de forma rápida y certera su causa y poder ofrecer el mejor tratamiento para su curación.