La importancia de tratar las hernias discales lumbares

¿Qué es y por qué se produce una hernia discal lumbar?

Los discos intervertebrales están constituidos fundamentalmente por dos estructuras: un centro blando llamado núcleo pulposo y una barrera periférica llamada anillo fibroso.

En las hernias discales lumbares el anillo fibroso ha sido debilitado y ello conduce a la salida del núcleo pulposo, generalmente, hacia el lugar donde se encuentran los nervios que se dirigen a las extremidades inferiores. Es el contacto entre el material del disco contra los nervios lo que da origen a los síntomas. 

¿Cómo se manifiesta o cuáles son sus síntomas?

Las manifestaciones de las hernias discales son variadas: dolor que desciende por el muslo o las piernas (también conocido como ciática), dolor lumbar, alteración de la sensibilidad o disminución de la fuerza en los miembros inferiores y en casos más avanzados pueden inclusive presentarse con alteración en los esfínteres. 

¿Es sencillo llegar al diagnóstico de este problema de salud?

Para diagnosticar este problema de salud es necesaria una valoración clínica por un profesional cualificado cuyos hallazgos deben corresponderse con aquellos derivados de pruebas complementarias que permitan no solo identificar la existencia de una hernia sino descartar otras condiciones médicas que presenten manifestaciones clínicas similares. 

¿Hay personas con más posibilidades de padecer este problema? ¿Hay factores que favorecen su aparición?

Es más frecuente en hombres que en mujeres, entre los 30 y 50 años de edad, aunque cada vez se hace más frecuente en personas más jóvenes. 

Factores como el consumo de tabaco, tener sobrepeso, cargar objetos pesados o realizar movimientos repetitivos de flexión y giros del tronco favorecen la aparición de las hernias discales lumbares.

¿Es un problema de salud que se puede prevenir?

Es imprescindible mantener una higiene postural a la hora de realizar actividades físicas cotidianas, durante el trabajo o bien durante las actividades recreativas. 

Evitar fumar, mantener un buen control del peso corporal y realizar actividades físicas que potencien la faja muscular lumbo-abdominal o 'core' ayudan de forma adicional en la prevención.

¿Cuáles son las posibles complicaciones con las que podemos encontrarnos?

Cuando no se consigue mejorar tras una hernia discal los síntomas pueden empeorar e incluso hacerse crónicos, suponiendo un empeoramiento a largo plazo en la calidad de vida. 

¿Cuáles son los tratamientos más eficaces que tenemos para abordar este problema?

Ante una hernia discal lumbar, salvo que exista una afectación significativa en la fuerza o alteración en el control de esfínteres, dentro de las primeras seis semanas ha de intentarse un tratamiento basado en analgésicos, antiinflamatorios y distintas modalidades de terapia física según permita el dolor. 

Para aquellos casos con dolor refractario a este primer enfoque terapéutico recomendamos las infiltraciones epidurales, y para el resto de casos es necesario valorar las distintas opciones quirúrgicas: cirugía a cielo abierto, la microdiscectomía, la discectomía endoscópica percutánea, las prótesis de disco o las fusiones intervertebrales.

Todas persiguen la retirada del material de disco en contacto con el nervio afectado, se distinguen bien por la vía de abordaje, por la función residual del disco intervenido, el tiempo de recuperación y los cuidados al alta; por ello, es necesario ajustar el tratamiento a las necesidades de cada persona.