La importancia de realizar un estudio tiroideo durante el primer trimestre del embarazo
Durante el embarazo es importante mantener la función tiroidea materna controlada con el fin de evitar complicaciones materno-fetales. Por ello, los especialistas en Endocrinología recuerdan la importancia de realizar el estudio tiroideo durante el primer trimestre del embarazo.
Parámetros que se deben evaluar
La tiroides fetal empieza a formar hormonas tiroideas (HT) sobre la semana 12 de gestación y es a finales del segundo y tercer trimestre cuando la función tiroidea fetal es la adecuada. El desarrollo del sistema nervioso central fetal se percibe desde la semana 10 de gestación y en él intervienen las HT, por lo que es importante mantener unos niveles adecuados tiroideos maternos, ya que el feto depende enteramente de ellos.
Los parámetros que se deben evaluar son:
- Nivel de TSH: si es normal (TSH < 4 mU/l) no se prosigue estudio.
- Nivel de TSH > 4 mU: valorar T4l libre y anticuerpos antimicrosomales (aTPO).
- Si TSH > 2,5 mU/l: valorar aTPO. Si son positivos vigilar durante el embarazo TSH por riesgo de desarrollo de hipotiroidismo en el segundo y tercer trimestre.
Principales cambios en la función tiroidea que pueden ocurrir durante un embarazo
- Hipotiroidismo clínico (HC) desde antes del embarazo (pregestacional).
- Diagnóstico por primera vez de HC: TSH elevada - T4 libre baja.
- Diagnóstico de hipotiroidismo subclínico (HSC): TSH elevada- T4 libre normal.
- Hipertiroidismo transitorio: los niveles de la hormona estimulante de la tiroides (TSH) son bajos y T4 libre normal. Ocurre en 1- 3% de las gestaciones durante el primer trimestre como consecuencia del efecto estimulante de la β-hCG sobre el tiroides materno.
- Hipertiroidismo subclínico: es el más frecuente por la enfermedad de Graves. TSH baja - T4 libre normal - TSI positivos (anticuerpos estimulantes del tiroides).
- Hipertiroidismo: es el más frecuente por la enfermedad de Graves. TSH baja- T4 libre elevada- TSI positivos.
- Hipotiroxinemia materna aislada: TSH normal -T4 libre baja.
- aTPO positivos.
Consecuencias de las alteraciones de la función tiroidea sobre el feto y la gestante
En el hipotiroidismo y en el hipertiroidismo se precisa planificar el embarazo el ajustando tratamiento. En el HC e HSC se buscan niveles previos a la gestación de TSH < 2,5 mU/l.
- Un HC mal controlado presenta alto riesgo obstétrico, con infertilidad, muerte intrautero, abortos, hipertensión, preeclampsia, y partos prematuros. En el feto existe riesgo de malformaciones y menor coeficiente intelectual (CI).
- El HSC mal controlado no tiene una clara relación con complicaciones obstétricas, pero sí parece influir sobre el desarrollo neurocognitivo.
- El hipertiroidismo transitorio producido por la β-hCG se resuelve por si solo sin consecuencias materno-fetales.
- El mal control de la enfermedad de Graves puede causar un parto prematuro, preeclampsia, afectar a su crecimiento originar bocio y muerte fetal. Además, la elevación de TSI puede desarrollar un hipertiroidismo fetal.
- La hipotiroxinemia, relacionada con la falta de yodo, se ha asociado con alteraciones neurológicas y menor CI.
- Presencia de aTPO: muchos estudios valoran una asociación con infertilidad, abortos repetidos y partos pretérmino.
Recomendaciones actuales en el tratamiento de trastornos tiroideos durante el embarazo:
- Suplementación con yodo: el yodo es necesario para la síntesis de HT. Es recomendable un suplemento con comprimidos de yoduro potásico y sal yodada.
- En la hipotiroxinemia: es recomendable tratar con suplementos de yodo.
- En la enfermedad de Graves: es recomendable suspender la sal yodada y evitar suplementar con comprimidos de yodo. En el 1º trimestre, si el especialista así lo indica, se puede tratar con propiltiuracilo, y en el 2º y 3º trimestre con metamizol.
- Es recomendable la L-tiroxina en el tratamiento del HC e HSC.
Los objetivos del del tratamiento son:
Ajuste de la terapia según los cambios de los niveles hormonales
En el HC pregestacional, tras conocerse la gestación, aumenta un 20 – 30 % la dosis de L-tiroxina. Es importante tomar la L-tiroxina una hora antes del desayuno, con agua, y evitando mezclarla con ningún fármaco.
En el cuadro siguiente se muestran las dosis aproximadas de levotiroxina en función del peso de la gestante, de las cifras de TSH y de la positividad de aTPO, según el protocolo de manejo del hipotiroidismo en el embarazo y postparto.