La ecografía es clave en una infiltración para una mayor precisión y seguridad
Escrito por:Las infiltraciones son procedimientos terapéuticos de las articulaciones o de los tejidos blandos (cápsulas articulares, bursas o tendones) en los que se deposita un medicamento, a través de una punción. Los medicamentos que se utilizan son los corticoides, con o sin anestésico local, o la viscosuplementación con neuromoduladores.
Son procedimientos eficaces, rápidos y seguros que pueden mejorar procesos inflamatorios y degenerativos. Se pueden realizar con guía ecográfica, que permite una mayor precisión y seguridad.
¿Para qué se utilizan cada una? ¿Existen diferencias?
En el caso de las infiltraciones articulares se utilizan como parte del tratamiento de artritis (inflamación articular) y de artrosis (degeneración articular). Por otro lado, las infiltraciones periarticulares se utilizan en patología de tendones o bursas de cualquier origen (excepto en infecciones).
La diferencia fundamental entre ambas es la estructura en la que se deposita la medicación.
¿Cómo se debe realizar una infiltración de cada tipo?
La infiltración consiste en la administración del medicamento a través de una punción que terminará en la articulación.
La técnica de la infiltración periarticular es parecida, pero localizando el tratamiento en la estructura anatómica que se quiere tratar (articulación, tendón o bursa). Es importante disponer de la ecografía para su realización, porque nos permite una mayor precisión y seguridad al realizar cualquier infiltración.
¿Qué beneficios se pueden obtener cuando se indica una infiltración?
El beneficio principal es la mejoría del dolor y de la inflamación de forma rápida. La infiltración es parte del tratamiento de enfermedades sistémicas o autoinmunes, como la artritis reumatoide o el lupus eritematoso sistémico, y puede ser el tratamiento principal de procesos más localizados (tendinitis del manguito rotador o artrosis de rodilla).
¿Hay casos en que las infiltraciones no funcionan como tratamiento?
En los procesos degenerativos, como la artrosis o la tendinosis, la eficacia puede ser temporal y como último recurso se puede acudir a la cirugía. Sin embargo, la infiltración de neuromoduladores puede mejorar el dolor de forma eficaz y retrasar la necesidad de una prótesis. El ácido hialurónico permitirá hidratar el cartílago articular y mejorar por tanto la sintomatología.