La alimentación es la clave para la prevención del cáncer de próstata

El cáncer de próstata es el tipo de cáncer más frecuente en los hombres, con aproximadamente 900.000 nuevos casos al año en todo el mundo. Tan solo en nuestro país se diagnostican más de 25.000 nuevos casos al año, según datos de la Asociación Española contra el Cáncer.

El Dr. Jordi Postius, especialista en Urología y Andrología, habla sobre la importancia de la alimentación para prevenir este tipo de cáncer.

¿Por qué hay una mayor incidencia en el cáncer de próstata?

La mayoría de los casos de cáncer de próstata se diagnostican entre los 60 y los 80 años, con una incidencia mayor entre los 70 y 75 años. No obstante, cada vez más, se diagnostican casos nuevos a partir de los 45 años de edad.

Hay grandes diferencias entre los países más o menos desarrollados. En los menos desarrollados, el cáncer de próstata es el sexto tumor en frecuencia, tras los cánceres de pulmón, estómago, hígado, esófago y colon.

Sin embargo, en los países desarrollados su frecuencia ha aumentado muy rápidamente en la última década, y es el primero en frecuencia entre los hombres, fundamentalmente, a causa de una mala alimentación, obesidad y sedentarismo (con falta ejercicio físico de modo regular).

¿Cuáles son los factores de riesgo?

En la actualidad podemos decir que existen una serie de factores de riesgo que poseen una relación directa con el cáncer de próstata, algunos de ellos son:

• La raza: se presentan grandes variaciones de incidencia según la zona del mundo. Probablemente esto también está ligado al tipo de alimentación en cada región geográfica.
• La herencia-genética: se estima que un 10% de los casos de cáncer de próstata presentan un componente hereditario.
• La edad avanzada
• Las hormonas: el mal uso de hormonas como la testosterona.
• La obesidad y el sedentarismo con la falta de ejercicio físico de modo regular y una mala alimentación.

¿Cómo influye la alimentación en el cáncer de próstata?

Existen cada vez más evidencias científicas que indican que el ejercicio físico y una dieta saludable son fundamentales en la prevención del cáncer de próstata, y del cáncer en general. Los hombres que se preocupan por su salud prostática deberían seguir las pautas generales de alimentación para reducir el riesgo de cáncer de próstata.

Nuestras recomendaciones para una “Vida Saludable’ consiste fundamentalmente en: una dieta con alto contenido de frutas, verduras y cereales (por su alto aporte en vitaminas, como la Vitamina E y los Betacarotenos, que nos protegen del cáncer de próstata), evitar grasas saturadas (bollería o embutidos industriales), disminuir el consumo de carnes rojas, evitar harinas y azúcares refinados, disminuir el consumo de alcohol, evitar el sobrepeso y la obesidad, realizar ejercicio físico de modo regular y no fumar.

¿Qué alimentos pueden reducir la incidencia del cáncer de próstata?

En nuestra alimentación habitual debemos incluir: Selenio, Zinc, Vitamina E, Vitamina D, Vitamina C y té verde (una o dos infusiones al día).

Algunos alimentos protectores del cáncer de próstata son:

• Los licopenos: fundamentalmente presentes en el tomate, pimientos rojos, las sandías y los caquis.
• Jugo de granada: tiene un gran poder antioxidante.
• Semillas de lino: retardan la proporción en que se multiplican las células cancerígenas en los hombres con cáncer de próstata.
• Selenio: es un gran antioxidante previniendo el desarrollo de tumores de próstata. Los alimentos más ricos en selenio son: Nueces del Brasil, pescado, cereales integrales, verduras, pollo, pavo y mariscos.
• Soja: contiene isoflavonas, genisteína, relacionada con la prevención del cáncer de próstata, sobre todo, soja germinada.
• Alimentos ricos en Vitamina D: el déficit de vitamina D se ha relacionado con la aparición de tumores de próstata. Los alimentos que más vitamina D nos aportan son los pescados, entre los que se encuentran el bacalao, el atún, el salmón, el bonito, la caballa y el arenque.
• Alimentos ricos en Vitamina E: especialmente productos como el aceite de oliva, almendras, espinacas, aguacate y los cereales.