Juanetes: un problema común que afecta a millones de personas

Los juanetes son una condición médica común que afecta a muchas personas en todo el mundo. Se caracterizan por la deformidad del dedo gordo del pie, que se desvía hacia el segundo dedo, y también por una protuberancia ósea en la base del dedo gordo. Los juanetes pueden ser causados por una variedad de factores, incluyendo el uso de zapatos estrechos y de tacón alto, problemas de estructura ósea y enfermedades inflamatorias.

A menudo, los juanetes pueden ser dolorosos y limitar la movilidad, lo que puede afectar la calidad de vida de una persona. Es importante conocer los síntomas, causas y tratamientos para poder manejar esta afección de manera efectiva y mejorar la salud de los pies. Hablamos con Francisco Muñoz Piqueras, especialista en Podología.

¿Cómo podemos saber que lo que tenemos es un juanete?

Lo que coloquialmente llamamos juanetes es una desviación que se produce entre el primer y el segundo metatarsiano del pie. Esta desviación acaba creando un abultamiento en la zona interna del pie, conocido como bunion o juanete. 

¿Por qué se produce el juanete? ¿Existen factores concretos?

No suele deberse a un único factor, no obstante, se sabe que interviene la mayor o menor elasticidad de los tejidos del pie, la falta de funcionalidad del primer metatarsiano, en ocasiones la presencia de un pie pronado o valgo, etc.

¿Cuáles son las consecuencias más directas de su aparición? ¿Y a largo plazo?

Su aparición puede producir simplemente incomodidad con el calzado (incluso no tener sintomatología). No obstante, hay casos en los que el roce con el calzado empieza a ser doloroso y puede llegar a provocar imposibilidad para ciertos calzados o actividades. 

¿Cómo hacer para que no crezcan los juanetes? ¿Se pueden prevenir?

Si estamos sospechando que se está iniciando un juanete en nuestro pie, podemos acudir a nuestro podólogo de confianza para que mediante ortopedia (plantillas) detenga el avance de la patología. No obstante, si lo que queremos es corregir el problema, la solución es puramente quirúrgica.

¿Qué tipo de tratamientos existen?

En un primer inicio podemos colocar almohadillados o fieltros que alivien el roce con el calzado. Si esto no fuera suficiente, el siguiente paso, como comentaba antes, es la ortopedia. Cuando nos planteamos la corrección del problema, la cirugía puede realizarse por técnica abierta (o tradicional) o cerrada (mínimamente invasiva).