Hipotiroidismo: cómo se manifiesta y cómo debe abordarse
Escrito por:El hipotiroidismo es un déficit de hormonas tiroideas. Estas hormonas tienen funciones muy diversas e importantes: regulan cada una de las funciones de nuestro organismo, actuando en todos los órganos y sistemas (cardíaco, respiratorio, digestivo, nervioso, etc.). Es una de las consultas más habituales en Endocrinología, siendo la mayor parte de pacientes mujeres, y puede producirse a cualquier edad.
Por qué se produce el hipotiroidismo
Se trata de un fallo en la glándula tiroides, localizada por delante de la tráquea a la altura del cuello (hipotiroidismo primario). En algunos casos también se puede tratar de un fallo a nivel del centro regulador de la tiroides, localizado en el sistema nervioso central, concretamente en el eje hipotálamo-hipofisario (hipotiroidismo secundario).
La gran mayoría de los casos se deben a un problema en el sistema inmunitario del paciente que, por error, ataca la glándula tiroides produciendo una inflamación y una destrucción progresiva del tejido (tiroiditis autoinmune).
Otra segunda gran causa es el déficit de yodo. Esto sucede mayoritariamente en los países no desarrollados. Los especialistas en Endocrinología quieren concienciar a la población de la importancia de este mineral, en especial en poblaciones de riesgo como son niños, embarazadas y lactantes.
Asimismo, y en menor frecuencia, el hipotiroidismo puede aparecer tras una cirugía de tiroides, tras infecciones víricas o por efectos secundarios de fármacos.
Actualmente, se investiga la existencia “disruptores endocrinos” o sustancias medioambientales contaminantes que pueden producir enfermedades glandulares, entre ellas el hipotiroidismo.
Factores que propician disfunción de la glándula tiroides e hipotiroidismo
En los casos de hipotiroidismo autoinmune hay una clara predisposición genética. Asimismo, también existen factores externos que lo precipitan, como el como el estrés, (ya sea físico, por ejemplo, tras una infección, o bien emocional) o los cambios hormonales (por ejemplo la pubertad o un embarazo). En consulta es frecuente recibir a pacientes con el trastorno que sufren o acaban de salir de un periodo altamente estresante en sus vidas. También se habla de factores dietéticos implicados, de la relación con el estado de la flora bacteriana intestinal y del déficit vitamínico-minerales que pueden contribuir al proceso.
Son conceptos nuevos y que probablemente están implicados, aunque es pronto para que haya evidencias.
Con qué síntomas se manifiesta el hipotiroidismo
Los síntomas más habituales del hipotiroidismo son: aparición progresiva de cansancio, somnolencia, apatía, sensación de frío, piel seca, fallos de memoria, lentitud en el rendimiento mental e hinchazón con posible ganancia de peso.
Evidentemente, son síntomas muy poco específicos, por lo que la presencia de los mismos no quiere decir que el paciente padezca de hipotiroidismo. Podría ser cualquier otro trastorno que pueda provocarlos, tales como un cuadro depresivo, por ejemplo.
Los especialistas en Endocrinología comentan que, la gran mayoría de personas que acuden a consulta por cansancio y ganancia de peso, piensan que tienen hipotiroidismo cuando realmente se trata de una dieta desequilibrada y falta de actividad física. Solo en algunos casos hay realmente un hipotiroidismo, por lo que el diagnóstico debe ser realizado por un profesional y ha de apoyarse en las exploraciones complementarias (analítica y/o ecografía).
Opciones de tratamiento del hipotiroidismo
El tratamiento del hipotiroidismo varía en función del caso. En los más leves, será suficiente con un seguimiento analítico y una observación periódica.
Cuando el organismo ya no es capaz de compensar por sí solo el déficit hormonal, se sustituye dicha función dando las mismas hormonas desde fuera, en forma de comprimidos (habitualmente levotiroxina sintética). El tratamiento es sencillo, fácil de seguir y no tiene efectos secundarios más allá de los que podemos provocar cuando la dosis administrada no es la correcta.
A su vez es importante revisar la dieta del paciente, la posible carencia de vitaminas o minerales y descartar la presencia de otras enfermedades asociadas. De esta forma, se podrá asegurar el bienestar físico y emocional del paciente en cada visita.