Hiperqueratosis palmoplantar: cómo tratar las durezas de los pies
Escrito por:Las durezas en los pies, también conocidas como hiperqueratosis palmoplantar, constituyen un problema muy frecuente, que genera molestias y que, en algunos casos, van acompañadas de otras lesiones. En este sentido, es importante acudir a un podólogo para acabar con estas durezas y poder recuperar el buen estado de la piel.
¿Qué es la hiperqueratosis palmoplantar?
Conocida como durezas o callos, la hiperqueratosis palmoplantar es un engrosamiento de la piel del pie a causa de un aumento de las células muertas y descamadas en esa zona.
Generalmente aparecen como consecuencia de la presión o roce continuo, que desplaza las capas superficiales de la piel. Entonces, es un sistema de defensa que genera el organismo al someter la piel a un sobreesfuerzo o roce continuado. Por ejemplo, cuando utilizamos un zapato que hace presión o si tenemos un dedo deformado, pueden aparecer las durezas.
De esta forma, aparece una capa gruesa de piel formada por células muertas, que generalmente aparece en los talones o en las plantas de los pies. Este engrosamiento de la piel puede ser molesto y doloroso, especialmente cuando se forman los clavos u ojos de gallo.
¿Cuáles son los síntomas más frecuentes?
Hay una serie de síntomas que indican la presencia de callos o durezas. Los más frecuentes son los siguientes:
- Piel dura
- Color amarillento
- Textura dura y áspera
- Sequedad
- Molestia
¿Por qué aparecen las durezas en los pies?
Generalmente, aparecen a causa de la presión o del roce continuado. Las causas más comunes son las siguientes:
- Tipo de calzado utilizado: usar un zapato inadecuado y con punta estrecha, como los zapatos de tacón, fomenta la aparición de durezas, a causa de la presión del zapato, ya que oprime el pie y los dedos.
- No usar calcetines: si no usamos calcetines, la piel rozará con el calzado y pueden aparecer durezas. Si el calcetín está mal colocado o arrugado, también puede fomentar su aparición.
- Deformidades del pie: las personas que sufren deformidades (dedos en garra, martillo o juanetes) tienen más riesgo de aparición de hiperqueratosis, ya que éstas producen una mayor presión entre la piel y el zapato.
- Deshidratación: favorece la presencia de callos o durezas, especialmente en los talones.
Cómo tratar la hiperqueratosis
En primer lugar, es muy importante acudir a la consulta de un podólogo, para valorar el caso concreto y elegir el tratamiento más adecuado para la situación.
Existen diferentes remedios para la hiperqueratosis:
- Quiropodia
Es una alternativa común para tratar el problema y solucionarlo. Es un tratamiento que deslamina la piel para eliminar la acumulación de células muertas.
- Estudio biomecánico de la pisada
Con este estudio, se pueden conocer los puntos de mayor presión de la pisada. De esta manera y, con unas plantillas personalizadas, es posible volver a equilibrar la presión y evitar que el problema se agrave.
- Callicidas
Este tratamiento no elimina la causa del problema, sino que permite tratar durezas y callos, generando una herida y quemadura en la zona.
Cómo prevenir la formación de hiperqueratosis
Es importante seguir las recomendaciones del podólogo, ya que éste puede ofrecer una serie de pautas a la hora de elegir el zapato más adecuado en función de la forma de caminar del paciente. Esto permite reducir las probabilidades de que vuelva a aparecer el problema.
Para evitar las durezas es fundamental utilizar un calzado cómodo y adecuado, así como usar la piedra pómez para exfoliar la piel y eliminar las células muertas, e hidratar la piel para evitar la sequedad.