Hígado graso, una enfermedad relacionada con la obesidad
Escrito por:El hígado graso, que afecta al 25 por ciento de la población española, es una enfermedad que tiene lugar cuando se acumula un exceso de grasa en este órgano.
En algunos casos, esta enfermedad afecta al paciente de forma leve con una inflamación o hepatitis escasa. Sin embargo, en otros casos, puede desarrollarse como una fibrosis hepática y cirrosis con riesgo de sufrir hepatocarcinoma.
En este sentido, la obesidad es uno de los factores de riesgo principales del hígado graso.
Aun así, existen otros condicionantes, como pueden ser los siguientes:
- Hipertensión arterial
- Enfermedades cardiovasculares
- Altos niveles de lípidos en sangre: como el colesterol o triglicéridos
- Toma de fármacos quimioterápico o antiarrítmicos
- Diabetes, especialmente la diabetes mellitus
¿Cómo se diagnostica?
Generalmente, el hígado graso se diagnostica casualmente, porque en sus fases iniciales no tiene síntomas. Se realiza mediante una analítica de sangre y una ecografía abdominal.
Cuando el diagnóstico es tardío se produce, porque el paciente presenta cirrosis hepática o una fibrosis avanzada, lo que incrementa el riesgo de mortalidad.
Aun así, un diagnóstico en fase inicial suele tener un buen pronóstico. En cualquier caso, es recomendable que los pacientes obesos y diabéticos acudan a revisiones periódicas para hacer un control para diagnosticar el hígado graso a tiempo y así utilizar métodos no invasivos para analizar la fase de la enfermedad.
¿Qué tratamiento se debe seguir?
El tratamiento consiste en dos fases simultáneas. Por un lado, el paciente debe perder peso a partir de una dieta hipocalórica controlada por un experto y practicando ejercicio. Y, por otro lado, se deben tratar los factores de riesgo mencionados anteriormente.
Actualmente no existen tratamientos dirigidos a eliminar la grasa hepática de forma concreta, pero se están desarrollando nuevos medicamentos con propiedades antiinflamatorias, antifibróticas y de sensibilización a la insulina.
En cualquier caso, es importante promocionar hábitos de vida saludables, tratar las patologías asociadas al hígado graso y conseguir un diagnóstico de enfermedad hepática grasa no alcohólica en la población de riesgo.