Hernia inguinal por laparoscopia: procedimiento seguro, con menos dolor y recuperación más rápida

Escrito por: Dr. Federico Grasa González
Publicado:
Editado por: Yoel Domínguez Boan

Es posible nacer con una hernia (hernia congénita) o bien desarrollarla a lo largo de la vida (hernia adquirida). Normalmente, este tipo de hernias adquiridas aparecen al realizar algún tipo de esfuerzo físico, en el que se produce una salida del contenido abdominal (grasa visceral, intestino, vejiga...) mediante un orificio en la musculatura abdominal que se ve como un bulto o una masa.

 

Tal y como explica el Dr. Grasa González, especialista en Cirugía General y Digestiva, existen determinados factores que pueden favorecer la aparición de una hernia, como son:

 

  • Herencia o factores genéticos (enfermedades del colágeno…).
  • Sexo (8-10 veces más común en los hombres).
  • Edad (aumentan con la edad).
  • Antecedentes de cirugías como la prostatectomía, obesidad, en aquellos casos que exista hernia inguinal contralateral…
  • Otros factores con menor grado de evidencia son la raza negra, estreñimiento crónico, tabaquismo y factores sociolaborales.

 

 

Identificar una hernia no siempre es una cuestión estética

La sensación de bulto o masa a nivel inguinal es la clínica principal de las hernias inguinales. Este puede estar siempre presente o sólo notarlo con los esfuerzos físicos, tos o defecando.

En otras ocasiones, también es posible que la hernia pueda causar malestar, dolor más o menos severo, náuseas, vómitos y otros problemas potencialmente graves que podrían requerir una cirugía urgente (estrangulación, incarceración…).

 

 

¿Hernioplastia protésica abierta o por laparoscopia?

Una vez que se ha realizado el diagnóstico de la hernia, es importante decir que no hay tratamientos que, ya sea mediante ejercicio físico o mediante terapia, puedan hacer que desaparezca. De hecho, el único tratamiento que puede curar definitivamente una hernia es una cirugía.

 

Como tal, la cirugía clásica, ya sea abierta o de abordaje anterior, se lleva a cabo con una incisión en la piel de entre 7 y diez centímetros, justo en la zona en la que se ubica la hernia y se coloca la malla protésica.

 

Curar la hernia mediante abordaje laparoscópico o posterior aprovecha las ventajas de la cirugía mínimamente invasiva, con incisiones de entre cinco y diez milímetros, a través de los que se introduce una diminuta cámara, así como los materiales con los que trabajará el cirujano.

 

No hay una técnica mejor que otra, ya que ambas tienen sus indicaciones y están capacitadas para tratar la hernia inguinal. Para tratarla correctamente, el cirujano debe indicar el procedimiento que más se adapte a cada tipo de hernia y a cada paciente, en función de cada caso concreto. De esta manera, el abordaje laparoscópico es únicamente un método más de realizar la cirugía, pero la decisión de cómo realizar la intervención es una decisión a criterio del cirujano.

 

Ejemplo de hernia inguinal
Ejemplo de hernia inguinal
 

 

 

Cirugía laparoscópica, ¿cuándo?

Según publicaciones médicas recientes del pasado año 2019 por el Hernia Surge Group (Hernia. 2018 Feb;22(1):1-165. doi: 10.1007/s10029-017-1668-x), las indicaciones principales del abordaje laparoscópico son hernias previamente intervenidas, especialmente mediante abordaje convencional. También las hernias bilaterales, las hernias de la región femoral, las hernias en deportistas y autónomos y, por último, las hernias de pacientes que precisen reincorporarse a su vida laboral.

 

Es importante también saber cuáles son las principales contraindicaciones de esta técnica, como infección local o sistémica que no permita utilizar la malla. También el riesgo de un procedimiento pélvico o extraperitoneal, como pueden ser previas cirugías abdominales y/o prostatectomía radical, ya que pueden derivar fibrosis o adherencias que compliquen o dificulten el proceso.

 

Por último, debe destacarse que la vía laparoscópica necesita el uso de anestesia general, por lo que el paciente debe ser apto para someterse a ella.

 

 

 

Procedimiento seguro y controlado

Hay dos formas de abordaje laparoscópico de la hernia, la Total Extra-Peritoneal (TEP) y la Trans-Abdominal-Pre-Peritoneal (TAPP), si es necesario o no acceder a la cavidad abdominal para poder reparar la hernia. Una vez que se le aplica la anestesia al paciente, se debe crear un espacio introduciendo aire a la cavidad abdominal (TAPP) o en el espacio anterior (TEP). Posteriormente, tras diseccionar, se repara la hernia y se coloca la malla que refuerza la zona tratada.

 

Técnicamente, la laparoscopia tiene la capacidad de reparar en una única intervención todos los orificios herniados que pueden llegar a generar una hernia en el futuro, hasta de forma bilateral si fuese necesario. En casos excepcionales, un procedimiento laparoscópico tiene que convertirse en procedimiento abierto durante la cirugía (en torno al 10%).

 

Algunos factores que pueden propiciar la necesidad de realizar una cirugía abierta son: obesidad, cirugías abdominales anteriores en las que se ha generado una cicatriz densa, hernias voluminosas, incapacidad para ver con detalle las estructuras anatómicas colindantes.

 

 

¿Qué esperar en el postoperatorio?

La vía laparoscópica aporta grandes ventajas respecto a la vía abierta, presentando postoperatorios con menos dolor inmediato y una recuperación más rápida con reincorporación laboral en 48-72 horas. También la vuelta a la actividad física se puede reanudar pasadas las 2-3 semanas, hay menos probabilidades de padecer dolor crónico y una menor incidencia de infección de la herida y la malla.

 

Si desea más información, consulte con un especialista en Cirugía General.

Por Dr. Federico Grasa González
Cirugía general

El Dr. Federico Grasa es Licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Málaga y Especialista de Cirugía General y Digestiva. Con más de 10 años de experiencia profesional, el doctor tiene como principal objetivo atender las necesidades quirúrgicas, ofreciendo siempre profesionalidad, humanismo y calidad en cada uno de sus diagnósticos y tratamientos.

Está especializado en cirugía mínimamente invasiva oncológica, cirugía de vesícula biliar, cirugía endocrina, proctología y pared abdominal y sus áreas de interés en las que destaca su actividad asistencial son: cirugía laparoscópica, cirugía de la hernia y pared abdominal, cirugía oncológica, cirugía endocrina, pie diabético y heridas crónicas, coloproctología, senología, piel y faneras.

Desde el año 2017 forma parte del equipo quirúrgico del Hospital de la Serranía de Ronda y desde el año 2021 en el Centro Médico Adeslas de Ronda. Actualmente, también trabaja en el Hospital Quirónsalud Marbella y ha ejercido en el Hospital Ochoa de Marbella.

 

www.drfedericograsa.com

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