Fimosis en Urología pediátrica: un enfoque integral
La fimosis es una condición en la que el prepucio no puede retraerse completamente sobre el glande del pene. En Urología pediátrica, la fimosis es una preocupación común, ya que puede afectar a los niños desde el nacimiento hasta la adolescencia.
Este artículo tiene como objetivo proporcionar una visión integral de la fimosis, abordando su etiología, diagnóstico, manejo y tratamiento en el contexto de la Urología pediátrica.
¿Existen diferentes tipos de fimosis?
La fimosis puede clasificarse en dos tipos principales: fisiológica y patológica.
- Fimosis fisiológica: es una condición normal en los recién nacidos y en niños pequeños, al nacer, casi todos los niños tienen un prepucio no retráctil (no baja correctamente). A medida que el niño crece, el prepucio se vuelve gradualmente más retráctil. Alrededor de los 3 años, aproximadamente el 90% de los niños puede retraer completamente su prepucio.
- Fimosis patológica: ocurre cuando hay cicatrices, infecciones recurrentes (balanitis), o condiciones inflamatorias que impiden la retracción del prepucio. Puede asociarse con síntomas como dolor, dificultad para orinar, y recurrentes infecciones del tracto urinario.

¿Cómo es el diagnóstico?
El diagnóstico de la fimosis se basa en la historia clínica y en el examen físico del paciente. Los médicos deben diferenciar entre la fimosis fisiológica y la patológica para determinar el manejo adecuado.
- Historia clínica: se evalúa la frecuencia y severidad de los síntomas, episodios de balanitis, infecciones del tracto urinario, y cualquier dificultad urinaria.
- Examen físico: incluye la inspección del pene y el prepucio, evaluando la presencia de cicatrices, fibrosis o cualquier signo de inflamación o infección.
Manejo y tratamiento
El manejo de la fimosis depende de si es fisiológica o patológica y de la severidad de los síntomas.
- Fimosis fisiológica: generalmente no requiere tratamiento y se resuelve con el tiempo. Se recomienda una buena higiene y la educación de los padres sobre la evolución natural de la condición.
- Fimosis patológica: se puede usar una crema con corticosteroides tópicos (como la betametasona) aplicada al prepucio dos veces al día durante varias semanas, lo que puede mejorar la retracción del prepucio en muchos casos.
Si la terapia médica no es efectiva, si hay complicaciones severas o si la fimosis es muy intensa hay que considerar la cirugía. Las opciones quirúrgicas incluyen:
- Circuncisión: extirpación completa del prepucio.
- Preputioplastia: procedimiento menos invasivo que implica la ampliación del anillo prepucial sin retirar todo el prepucio.
Consideraciones psicológicas y sociales
El manejo de la fimosis en niños no solo implica consideraciones médicas sino también aspectos psicológicos y sociales. Es importante abordar las preocupaciones de los padres y del niño, proporcionando información clara y apoyo emocional.
En casos de cirugía, preparar al niño y a su familia adecuadamente puede ayudar a reducir el estrés y la ansiedad.
Conclusión
La fimosis es una condición común en la Urología pediátrica que, en la mayoría de los casos, se resuelve espontáneamente sin intervención médica. Sin embargo, la fimosis patológica requiere una evaluación cuidadosa y un manejo adecuado para prevenir complicaciones.
La colaboración entre pediatras, urólogos pediátricos y familias es esencial para proporcionar el mejor cuidado posible a los niños afectados por esta condición. Ante cualquier duda, es esencial consultar con un especialista.