FibroScan: la revolución en el diagnóstico de enfermedades hepáticas

El FibroScan o elastografía de transición es una técnica diagnóstica que permite medir la elasticidad del tejido hepático y así valorar la existencia de fibrosis hepática. Los equipos de última generación incorporan el CAP (parámetro de atenuación controlado) que permite cuantificar el porcentaje de infiltración grasa del hígado. El uso de FibroScan está indicado, especialmente, en el estudio de las enfermedades hepáticas y es importante recordar que es una técnica no invasiva porque no supone riesgos para el paciente ni tampoco presenta complicaciones.

Su uso se ha popularizado y extendido en los últimos años, pero es especialmente útil en el estudio inicial de las enfermedades hepáticas como las hepatitis B y C, la hepatitis autoinmune, enfermedades biliares como la cirrosis biliar primaria (CBP) y colangitis esclerosante primaria (CEP), la esteatosis o enfermedad hepática alcohólica (EHA) y la esteatosis hepática no alcohólica (EHNA).

¿Cómo se lleva a cabo la prueba?

Para realizar el FibroScan es necesario acudir en ayunas y no haber fumado durante las tres horas antes a la exploración. El médico le solicitará que se tumbe sobre una camilla en posición horizontal con la mirada hacia arriba y que posicione su mano derecha debajo de su cabeza. Sobre la parte inferior del costado derecho del tórax se colocará una sonda que, según las características de cada paciente, puede ser sonda M o XL. Estas sondas emiten un ultrasonido que mide la velocidad de propagación de una onda elástica previamente producida por un pulso mecánico. Es una técnica no dolorosa y únicamente puede sentir una leve presión sobre la piel.

Esta técnica puede aplicarse a la mayor parte de los pacientes, aunque en aquellos con obesidad, espacios intercostales estrechos o alteraciones anatómicas de la caja torácica, la técnica puede presentar limitaciones. La existencia de ascitis (liquido en la cavidad abdominal) puede impedir la obtención de medidas válidas.

En el caso de embarazadas, la técnica FibroScan está contraindicada y también en pacientes portadores de marcapasos y/o desfribrilador cardiaco u otros dispositivos implantados activos.

En cuanto a sus ventajas respecto a otras técnicas, FibroScan evita, en muchas ocasiones, la realización de una biopsia hepática y sus complicaciones. Además, estudia un volumen de tejido 100 veces superior al de la biopsia hepática y al carecer de riesgos puede repetirse las veces que sea necesaria.

Otra ventaja es que permite valorar la necesidad de tratamiento y proporciona información en cuanto al seguimiento y pronóstico a largo plazo de una enfermedad hepática determinada.