Extracción de los tapones de cera
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¿Qué es la cera?
La cera es una secreción natural que se forma en la parte más externa del conducto auditivo y en la que se acumula la piel que se descama del conducto junto con la secreción de unas glándulas. Esta cera tiene propiedades de defensa para evitar la infección de la piel del conducto auditivo y su cantidad de secreción depende de la época del año, de factores genéticos e incluso de la edad.
¿Cómo y porqué se forman los tapones de cera?
Los tapones de cera se forman por un exceso de producción de cerumen que puede ser debido a su vez al rascado del oído o al uso de lacas, geles o incluso también de bastoncillos de algodón que ayudan a compactar e impactar el cerumen hacia el interior del conducto auditivo.
¿Qué síntomas dan?
Los tapones de cerumen pueden dar molestias auditivas, taponamiento o incluso a veces pérdida auditiva, zumbidos en los oídos o también sensación de inestabilidad.
¿En qué consiste su extracción?
Para la extracción de los tapones de cerumen a menudo se utilizan unas gotas disolventes que reblandecen el cerumen antes de su extracción. El método más habitual para la limpieza del oído es un lavado mediante agua templada y desinfectada con la cual se ejerce una presión que empuja el cerumen hacia fuera para limpiar el conducto auditivo. Existen otros métodos para la extracción de la cera tales como la aplicación de un ganchito romo, evitando la lesión de la piel del conducto auditivo que permite extraer los tapones más secos y duros, y también el uso de aspiradores que con visión microscópica permiten limpiar el cerumen más líquido o los restos de agua que puedan quedar después de su lavado. En ocasiones se administran también unas gotas antibióticas posteriores para evitar la infección de la piel después de la extracción del tapón de cerumen.
