¿Es la prótesis de rodilla la mejor opción para ti?
La prótesis de rodilla es una intervención quirúrgica que se ha vuelto cada vez más común, especialmente en personas que sufren de artrosis o desgaste articular severo.
En este artículo, explicaremos en detalle qué es una prótesis de rodilla, cuándo es recomendable su uso, y qué pueden esperar los pacientes antes, durante y después de la cirugía. Nuestro objetivo es responder a las preguntas más frecuentes que suelen surgir a los pacientes que se enfrentan a esta opción de tratamiento.
¿Qué es una prótesis de rodilla?
Una prótesis de rodilla es un dispositivo médico que se utiliza para reemplazar una articulación de la rodilla que está dañada, generalmente debido al desgaste provocado por la artrosis o lesiones traumáticas. El objetivo principal de la prótesis es reducir el dolor y mejorar la movilidad, permitiendo a los pacientes retomar sus actividades diarias con una mejor calidad de vida.
¿Cuándo es necesaria una prótesis de rodilla?
Existen varias situaciones en las que un paciente puede necesitar una prótesis de rodilla.
Entre las más comunes se encuentran:
- Artrosis avanzada: es la causa más frecuente. Cuando el cartílago que protege los huesos se desgasta, provoca dolor, rigidez e inflamación.
- Artritis reumatoide: esta enfermedad inflamatoria puede dañar gravemente las articulaciones.
- Deformidades en las rodillas: problemas como el genu varo (rodillas arqueadas) o genu valgo (rodillas juntas) pueden requerir una prótesis en casos avanzados.
- Lesiones traumáticas: fracturas o daños graves en la rodilla que no pueden ser tratados de otra manera.
La prótesis se recomienda cuando otros tratamientos, como la fisioterapia o el uso de antiinflamatorios, no han dado resultados satisfactorios. Si el dolor y la pérdida de movilidad afectan significativamente la calidad de vida del paciente, un especialista puede sugerir la intervención quirúrgica.
¿Cómo es el proceso de evaluación antes de la cirugía?
Antes de que se realice una cirugía de prótesis de rodilla, el traumatólogo llevará a cabo una evaluación exhaustiva. Esto incluye:
- Historia clínica: el médico revisará los síntomas, el historial médico y los tratamientos previos.
- Examen físico: se evaluará la movilidad y el estado de la rodilla.
- Pruebas diagnósticas: se solicitarán radiografías, resonancias magnéticas u otras pruebas de imagen para analizar el estado de la articulación y determinar el grado de desgaste o daño.
Durante esta etapa, también se revisan los factores de riesgo del paciente, como la edad, el peso, la presencia de enfermedades crónicas (por ejemplo, diabetes), y el nivel de actividad física. Todo esto permite determinar si la prótesis es la mejor opción y cuál es el tipo de prótesis más adecuado para el paciente.
¿En qué consiste la cirugía de prótesis de rodilla?
La cirugía de reemplazo de rodilla, también llamada artroplastia de rodilla, consiste en retirar el cartílago y hueso dañados de la articulación y reemplazarlos con una prótesis hecha de metal, cerámica y/o plástico. La cirugía se realiza bajo anestesia y puede durar entre una y dos horas, dependiendo de la complejidad del caso.
Existen dos tipos principales de prótesis de rodilla:
- Prótesis total de rodilla: se reemplaza toda la articulación. Es el tipo más común y se recomienda en casos de artrosis avanzada o daño severo.
- Prótesis parcial de rodilla: solo se reemplaza una parte de la articulación, lo que permite conservar estructuras sanas. Se utiliza cuando el daño está limitado a una zona específica.
¿Qué esperar después de la cirugía?
La recuperación tras una cirugía de prótesis de rodilla requiere tiempo y paciencia. El paciente suele permanecer en el hospital entre 2 y 5 días. Inmediatamente después de la cirugía, se comienza con ejercicios de fisioterapia para recuperar la movilidad y fortalecer los músculos. El uso de muletas o andador es común durante las primeras semanas.
En la mayoría de los casos, los pacientes pueden retomar sus actividades cotidianas en un plazo de 6 a 12 semanas, aunque el proceso de rehabilitación completa puede llevar hasta seis meses. Los resultados suelen ser muy positivos, con una reducción significativa del dolor y una mejora considerable en la función de la rodilla.
¿Cuáles son los riesgos y complicaciones?
Aunque la cirugía de prótesis de rodilla es generalmente segura, como en cualquier intervención, existen riesgos que es importante considerar:
- Infección: puede ocurrir en la zona de la incisión o alrededor de la prótesis. Es una complicación poco frecuente pero grave.
- Trombosis venosa profunda: la formación de coágulos en las piernas puede ser un riesgo, aunque se toman medidas preventivas con anticoagulantes.
- Aflojamiento o desgaste de la prótesis: con el tiempo, la prótesis puede desgastarse o aflojarse, lo que podría requerir una cirugía de revisión.
- Rigidez en la rodilla: en algunos casos, la movilidad no se recupera por completo, especialmente si no se sigue adecuadamente la fisioterapia postoperatoria.
¿Cuáles son las expectativas a largo plazo?
La mayoría de las prótesis de rodilla tienen una vida útil de entre 15 y 20 años, dependiendo del nivel de actividad del paciente y otros factores. Para prolongar la durabilidad de la prótesis, es importante seguir las recomendaciones médicas, mantener un peso saludable y evitar actividades de alto impacto, como correr o saltar.