¿En qué se diferencian el infarto y la angina de pecho?
Escrito por:El primer síntoma que aparece en el paciente es dolor torácico opresivo de esfuerzo, ocasionalmente irradiado a brazo, mandíbula o espalda que disminuye con el reposo. Este malestar se prolonga durante menos de 30 minutos y ocasionalmente va acompañado de sudoración y náuseas.
La causa suele ser una obstrucción de una o varias arterias coronarias por “placas de grasa” o por un coágulo de sangre. Estas placas estrechan la luz de la arteria e impiden el correcto paso del flujo sanguíneo al tejido cardíaco.
Pero, ¿son síntomas propios del infarto o de la angina de pecho?
Las diferencias entre ambos son mínimas, pero fundamentalmente responde al tiempo de obstrucción del vaso. En el caso del infarto el tiempo de obstrucción es mayor y acaba con un desenlace fatal: muerte o necrosis de una parte del músculo cardíaco.
Hay un seguido de factores de riesgo que predisponen al infarto:
- Tabaquismo.
- Hipertensión arterial (HTA).
- Diabetes.
- Colesteroles.
- Antecedentes familiares que hayan padecido un infarto en edades jóvenes.
El riesgo de padecer un infarto es superior en los varones de 50 años, aunque la llegada de la menopausia las mujeres igualan esta probabilidad. Sin embargo, existe una mayor mortalidad por infarto en mujeres que en hombres, no tanto por un tema de diferencias biológicas sino porque las mujeres suelen minimizar los síntomas y tardan más tiempo en consultar.
Por otro lado, para un correcto diagnóstico de angina de pecho se realiza un electrocardiograma y una prueba de esfuerzo para intentar reproducir los síntomas y localizar la arteria causante del problema.
Esta prueba se complementa con una ecocardiografía Doppler para descartar patología cardíaca estructural. En función del resultado, se valorará la necesidad de realizar otras como: coronariografía, cardio-RM o un angioTC para llegar a un diagnóstico y establecer un plan de tratamiento adecuado a las características y necesidades del paciente.