¿Embriones frescos o congelados?

Las posibilidades de tener un bebé por reproducción asistida son las mimas mediante embriones congelados que frescos, empleando la técnica de criopreservación.

En un ciclo de fecundación in vitro (FIV), es habitual que el número de embriones obtenidos en el laboratorio sea mayor a los que se necesitarán para transferir. En este caso, se puede optar por congelar los embriones restantes, por si la transferencia del embrión inicial “fresco” no fuera exitoso. También se puede preservar por si en un futuro se quisieran tener más hijos.

Después de la transferencia de un primer embrión fresco, es posible criopreservar los demás embriones transferidos uno a uno, tratándose de un procedimiento efectivo y seguro.

Incluso en algunos casos y por diversos motivos, es necesario congelar todos los embriones y hacer la transferencia más adelante.

Pero, ¿qué es la criopreservación?

La mayoría de los centros de reproducción asistida realizan la criopreservación, a través de un proceso denominado vitrificación. En este proceso se realiza una primera exposición de los embriones a crioprotectores (las moléculas que protegen el embrión sustituyendo el agua de su interior). De este modo se consigue evitar la formación de cristales de hielo, causantes de muchos de los daños que pueden producirse en una congelación clásica. A continuación, se someten a una bajada de temperatura hasta los -196ºC, a la que se mantendrán de forma indefinida.

La desvitrificación (descongelación) de embriones es el procedimiento a la inversa. Se sustituyen las moléculas crioprotectoras y se recupera la temperatura fisiológica.

Este procedimiento ha logrado aumentar las tasas de supervivencia embrionaria hasta un 95%. El embrión vitrificado mantendrá las mismas características que uno fresco.

¿Las probabilidades de tener un bebé varían?

El objetivo de la fecundación in vitro no es sólo la de lograr el embarazo, sino conseguir que éste termine de forma exitosa.

En HC Fertility Marbella se han comparado los resultados de gestación obtenidos con embriones transferidos en fresco y otros mediante el procedimiento de crio preservación, sin encontrar diferencias significativas en cuanto a tasas de embarazo o embarazos exitosos.

Los investigadores de la Universidad de Medicina de Ho Chi Min (Vietnam) y de la Universidad de Adelaida (Australia), llegaron a las mismas conclusiones en un estudio en el que participaron aproximadamente 800 mujeres. Estas mujeres tenían problemas de infertilidad que no estaban causados por el síndrome de ovario poliquístico, sometiéndose a la transferencia de un embrión fresco o congelado. Los resultados de embarazo fueron prácticamente los mismos, siendo de un 36% en el caso del embrión congelado y del 35% en uno fresco.

De todos modos, tal como se ha mencionado, el objetivo no es el embarazo, sino que finalice con éxito. En este caso, los resultados son también similares: el porcentaje de bebés nacidos vivos tras la transferencia de un embrión congelado fue del 34% y del 32% en el caso del fresco.

Por lo tanto, las posibilidades de tener un bebé por reproducción asistida son las mismas mediante embriones frescos que congelados, empleando la técnica de la vitrificación. Es decir, la crio preservación es una opción segura y efectiva, que evita a la paciente tener que pasar por un nuevo ciclo de estimulación ovárica.

Para más información o asesoramiento sobre el procedimiento contacte con el centro HC Marbella.