El cole y los defectos visuales en la infancia

La primera forma de aprendizaje en niños es el de la observación e imitación de su entorno. Los ojos son la puerta a ese nuevo universo que se les presenta y deben estar bien preparados. Los defectos visuales en la infancia pueden dificultar el desarrollo educativo y a la integración social del niño.

No existe una edad mínima para visitar al oftalmólogo, y se recomienda realizar una primera revisión oftalmológica nada más observar síntomas como la conjuntivitis, una desviación de uno o dos ojos o el lagrimeo, entre otros.  A partir de los 3 años, que es cuando se incorporan en la educación infantil, es importante que empiecen a visitar a su oftalmólogo de confianza.

¿Cuáles son los síntomas de defectos visuales en la infancia?

Los síntomas más frecuentes y fáciles de detectar son el de la desviación de los ojos, el lagrimeo, la irritación o entrecerrar constantemente los ojos. Pero luego encontramos otro tipo de indicios como tropezarse habitualmente, confundir colores o no poder evaluar bien las distancias (acercarse mucho al televisor, no ver la pizarra o los libros).

Las clases escolares suele ser un buen momento para percibir estos síntomas, por eso es importante estar alerta y conseguir tratar la disfunción con antelación. El profesorado suele ser un buen apoyo a la hora de detectar anomalías.

Es importante lograr una buena salud visual para poder garantizar el buen desarrollo cognitivo del pequeño.