Distintas vías de tratamiento para la Hiperplasia benigna de próstata

Escrito por: Dr. Miguel Ramírez Backhaus
Publicado: | Actualizado: 24/02/2020
Editado por: Patricia Pujante Crespo

La próstata consiste en una glándula ubicada en las vías urinarias inferiores, bajo la vejiga por la cual pasa la uretra y, por consiguiente, la orina.

Para comprender en qué consisten determinadas patologías de próstata, se puede emplear una metáfora: la próstata parece una naranja, con corteza y gajos. En la hiperplasia benigna de próstata los gajos crecen, cosa que ocurre cuando el varón envejece y que se debe al estímulo que la testosterona ejerce en la glándula prostática.

Cuando crece la glándula (gajo) ocurre una compresión, con el consecuente estrechamiento de la luz uretral. El hecho de que se reduzca el diámetro uretral causa un aumento de la resistencia al pasar la orina.

 

Síntomas de la hiperplasia benigna de próstata

Cuando una vejiga sufre a causa de una hipertrofia benigna de próstata se manifiesta con determinados síntomas:
-    Urgencia miccional
-    Dificultad de inicio de la micción
-    Sensación de vaciado insuficiente al orinar
Si la obstrucción es severa, la vejiga puede padecer una retención aguda de orina.

 

Diagnóstico de la hiperplasia benigna de próstata

El diagnóstico de la hiperplasia benigna de próstata se basa en diversas pruebas que el experto en Urología solicitará de manera secuencial para valorar la gravedad del cuadro clínico y ajustar el mejor tratamiento:
-    Tacto rectal
-    Analítica de sangre con PSA, sedimento de orina y urinocultivo
-    Ecografía, para conocer el volumen prostático
-    Flujometría, para conocer las características del flujo miccional, la fuerza y la duración
-    Cuestionarios o diario miccional, para conocer de forma objetiva el nivel de afectación de la calidad de vida del paciente, a consecuencia de los síntomas 

 

Tratamiento de la hiperplasia benigna de próstata

Normalmente se suele explicar el posible tratamiento de la hiperplasia benigna de próstata comparándolo con una escalera. En este sentido, con el empeoramiento de los síntomas y la calidad de vida del paciente (forma en que orinan), se van ascendiendo peldaños.

Respecto al tratamiento se encuentra:

1)    Fitoterapia. Consiste en el empleo de plantas y sustancias vegetales como tratamiento médico. Aunque no existe un claro mecanismo de acción, algunos especialistas avalan el uso de estos fármacos.

2)    Alfabloqueantes. Son fármacos que relajan la musculatura del suelo pélvico y aquella donde se apoya la próstata. Al relajarla permite la apertura de la próstata durante la micción, por lo que se disminuye la resistencia uretral periférica y la vejiga se vacía con mayor fuerza.

3)    Modalidad de tratamiento combinado. Es un fármaco que combina los beneficios del alfabloqueante con los de un inhibidor de la 5 alfa reductasa. Este último fármaco no permite que la testosterona ejerza su acción a nivel de próstata y, por tanto, reduce su tamaño, disminuyendo la compresión que ejerce sobre la uretra. Actualmente también se combina el alfabloqueante con un anticolinérgico que relaja la musculatura de la vejiga, reduciendo la necesidad de orinar. 

4)    Tratamiento quirúrgico. En el momento en que los fármacos no mejoran la sintomatología del paciente significa que sufre una retención aguda de orina o que existe un residuo posmiccional grave que afecta a la función de los riñones. En estos casos se requiere de cirugía desobstructiva

Se pueden distinguir tres tipos de intervención, que se recomendarán según la función de la situación clínica del paciente y el tamaño prostático:
-    Cirugía abierta tipo millin
-    Cirugía endoscópica con energía eléctrica bipolar
-    Cirugía endoscópica con láser

Mientras que la cirugía abierta y la que utiliza energía eléctrica tienen un mayor riesgo de sangrado, la cirugía con láser presenta una serie de ventajas:
-    Ingreso hospitalario menor
-    Necesidad de sonda durante pocas horas
-    Ausencia de transfusión sanguínea
-    Regreso a la vida normal en pocos días

 

 

Por Dr. Miguel Ramírez Backhaus
Urología

El Dr. Ramírez Backhaus es un prestigioso especialista en Urología, experto en cirugía robótica. Licenciado por la Universidad de Navarra y Doctor "cum laude" por la Universidad de Valencia. Formado en el Servicio de Urología del Hospital La Fe, completó su formación haciendo un Fellow en cirugía laparoscópica en el servicio de Urología de Leipzig. Volvió al Hospital la Fe y, posteriormente, se trasladó al Hospital de la Ribera, donde fue pionero en la aplicación de la laparoscopia pélvica.

Actualmente es jefe clínico en la Fundación IVO, colabora en varios proyectos de investigación científica internacionales multicéntricos, es miembro del Comité Editorial de la revista “Archivos Españoles de Urología”, "Actas urológicas", "BMC urology" e  “International Journal of Urology”. Ha realizado distintas estancias internacionales en distintos centros urológicos referentes en urooncología, a destacar MSKCC en Nueva York. Además, ha realizado tres másters de postgrado, entre los que destaca en máster en Oncología molecular del CNIO. En la actualidad también es co-director de Urosalud.

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