Diagnóstico y tratamiento de la enfermedad de Ménière
Escrito por:La enfermedad de Ménière es una enfermedad que afecta al equilibrio y la audición y está caracterizada por la aparición de crisis de vértigo, hipoacusia neurosensorial y acufenos, que se puede acompañar de una sensación de plenitud óptica previa a la crisis.
Normalmente la enfermedad afecta a un solo oído y aunque se desconocen cuáles son sus causas, se habla de factores hereditarios, alérgicos, inmunológicos, vasculares.
La enfermedad comienza con un cuadro brusco de sensación de giro y movimiento de los objetos, acompañado de náuseas, vómitos, acufenos y sensación de taponamiento de un oído. Después de la crisis, que puede durar desde minutos a horas, aparece un periodo de inestabilidad y desequilibrio que suele durar días.
La sordera y los acufenos suelen ser más intensos durante las crisis, disminuyendo paulatinamente durante los periodos intercrisis.
Síntomas
- Mareo o vértigo, en ocasiones acompañado de náuseas y vómito.
- Ruido en el oído.
- Pérdida auditiva y sensación de presión en el oído.
Las crisis aparecen varias veces a lo largo del año, para ir disminuyendo con el paso de los años a la vez que se va incrementando la hipoacusia.
¿Cómo se diagnostica la enfermedad de Ménière?
El diagnóstico de la enfermedad es importante para su tratamiento, además de para prevenir que las crisis de aparición brusca no desencadenen algún accidente secundario (por ejemplo la aparición de una crisis durante la conducción de un vehículo).
La exploración otorrinolaringológica permite observar el oído, nasofaringe, fosas nasales, cavidad oral y laringe. También se realiza una exploración específica que se basa en el estudio del fenómeno reflejo denominado nistagmo y, en ocasiones, se recurre también a la prueba calórica y las aceleraciones rotatorias.
Tratamiento
El tratamiento consiste en la utilización de medicamentos sedantes vestibulares y medicamentos para los vómitos, que controlen la fase aguda de vértigo y la suspensión de estos, una vez pasado dicha fase.
En los periodos intercrisis, donde puede existir cierta inestabilidad, se utiliza dieta pobre en sal, diuréticos, y medicamentos vasodilatadores. En aquellos casos de crisis muy frecuentes o muy incapacitantes, se puede recurrir a otros tratamientos como pueden ser:
- La laberintectomía química con la inyección de gentamicina intratimpánica que se realiza en la misma consulta y tiene unos resultado muy buenos en el control de las crisis.
- Diversas intervenciones quirúrgicas como puede ser la descompresión del saco endolinfático, la laberintectimía o bien la neurectomía vestibular.