Cosas que debes saber sobre la alopecia androgénica
Escrito por:La alopecia es la pérdida anormal del cabello y puede afectar a cualquier zona del cuerpo con pelo: cabeza, barba, axilas, cejas, pestañas, genital, etc.
Aunque existen muchos tipos de alopecia, la más frecuente es la alopecia androgénica, que es la responsable del 95% de los casos. Puede afectar a hombres y mujeres.
¿Qué factores pueden causar alopecia?
Existen muchos factores que pueden causar alopecia:
- Estrés
- Alimentación
- Medicamentos
- Virus
Sin embargo, el trasfondo en la alopecia androgénica es fundamentalmente genético y hormonal. En este sentido, los andrógenos (hormonas masculinas) actuarían sobre los folículos pilosos genéticamente predispuestos, provocando su miniaturización y atrofia con la consiguiente pérdida definitiva del pelo.
En la alopecia androgénica hay dos patrones:
- Masculino: pérdida del cabello de la zona de las entradas y coronilla.
- Femenino: pérdida del cabello más difusa respetando las entradas.
¿Cómo se puede diagnosticar?
El diagnóstico debe confirmarlo un dermatólogo, ya que cada tipo de alopecia requiere un abordaje terapéutico distinto.
- La tricoscopia es una herramienta muy útil para diferenciar los múltiples tipos de alopecia.
- Un estudio analítico que incluya: hemograma, bioquímica, hierro, zinc, vitamina D, vitamina B12, ácido fólico, hormonas tiroideas y sexuales, PSA, entre otros, es importante determinar por si la alopecia androgénica asocia alguna alteración o carencia.
¿Cómo debe tratarse y prevenirse?
El tratamiento actual de la alopecia androgénica es muy efectivo si se pone a tiempo. Es importante estar pendiente del inicio del debilitamiento del cabello y pérdida de densidad capilar cuando hay antecedentes familiares de alopecia androgénica, ya que muchas veces se repite el patrón familiar (tanto en hombres como en mujeres).
En cualquier caso, los medicamentos más pautados son el minoxidil y el dutasteride. Ambos se pueden administrar de forma tópica y sistémica. La mayor efectividad se obtiene administrando estos fármacos por vía oral y en mesoterapia capilar. Ambos tomados a la vez se potencian en beneficios y se contrarrestan sus efectos adversos (ej: ligero incremento del vello facial).
Por otro lado, es importante seguir una dieta saludable para el pelo, que incluye comer sano y de todo, sin olvidar un buen aporte proteico y de vitaminas. Frutas, verduras, pescado azul y frutos secos son fundamentales.
Los suplementos de vitaminas capilares se utilizan de forma coadyuvante en periodos de caída estacional.
Finalmente, los microinjertos capilares son una magnífica opción cuando el tratamiento médico no es capaz de recobrar una densidad capilar aceptable estéticamente para el paciente.