Control de niño sano: ¿cuándo hacerlo y por qué es importante?
El control de niño sano es una cita preventiva y esencial para asegurar el crecimiento y desarrollo saludable de tu hijo.
En estas revisiones, el pediatra evalúa aspectos como el peso, la talla, las vacunas y el desarrollo físico y emocional del niño. A continuación, te contamos cuándo y por qué es importante realizar estos controles.
¿Qué es el control de niño sano?
El control de niño sano consiste en visitas programadas al pediatra con el fin de evaluar el desarrollo físico, mental y emocional del niño.
A diferencia de las visitas por enfermedades, estos controles son preventivos y se enfocan en asegurar que el niño esté creciendo de manera saludable, recibiendo las vacunas necesarias, y alcanzando los hitos de desarrollo correspondientes a su edad.
¿Cuándo se deben hacer los controles de niño sano?
El calendario típico incluye:
- Recién nacido (7-15 días): la primera visita al pediatra ocurre a la semana de vida. En esta revisión, se evalúa el peso, la talla y el estado general del bebé, así como cualquier posible complicación desde el nacimiento.
- Primer año (1, 2, 4, 6 y 12 meses): durante los primeros 12 meses de vida, el crecimiento del bebé es rápido y requiere controles frecuentes. Estas revisiones permiten evaluar el progreso del niño, administrar las vacunas necesarias y monitorizar el desarrollo motor y cognitivo.
- De 1 a 2 años (18 y 24 meses): en esta etapa, el pediatra controla cómo evoluciona el lenguaje, las habilidades motoras y el comportamiento social. También se revisan los hábitos de alimentación y sueño.
- De 2 a 5 años: durante la etapa preescolar, los controles se espacian más, realizándose de forma anual. En estas citas se asegura que el niño esté alcanzando los hitos del desarrollo y recibiendo las vacunas correspondientes.
- A partir de los 5 años: en la etapa escolar, es recomendable realizar un control anual o cada dos años, dependiendo de las indicaciones del pediatra. Estas revisiones se enfocan en el crecimiento, el rendimiento escolar y el bienestar emocional del niño.
¿Por qué es importante el control de niño sano?
Los controles de niño sano son fundamentales por varias razones:
- Detección temprana de problemas: permite identificar trastornos en el crecimiento, problemas visuales o auditivos, y otras afecciones antes de que se agraven.
- Seguimiento del desarrollo: asegura que el niño esté creciendo y alcanzando los hitos esperados para su edad.
- Vacunas al día: estas visitas garantizan que el niño reciba las vacunas necesarias para prevenir enfermedades graves.
- Orientación para padres: los pediatras ofrecen consejos sobre alimentación, sueño, y manejo del comportamiento, lo que es especialmente útil para padres primerizos.
¿Qué sucede en un control de niño sano?
En cada revisión, el pediatra realiza un examen físico completo, mide el crecimiento del niño y evalúa su desarrollo motor y cognitivo. Además, se revisa el calendario de vacunas y se brinda asesoramiento a los padres sobre cualquier inquietud.
¿Qué preguntas puedes hacer en el control de niño sano?
Es importante que los padres aprovechen estas visitas para resolver todas las dudas que puedan tener. Algunas preguntas que podrías hacer incluyen:
- ¿Cómo puedo asegurarme de que mi hijo está recibiendo una alimentación equilibrada?
- ¿Qué puedo hacer si mi bebé tiene problemas para dormir?
- ¿Cómo debo manejar los berrinches o los cambios de humor?
- ¿Mi hijo está alcanzando los hitos de desarrollo a tiempo?
- ¿Hay alguna actividad recomendada para promover su desarrollo motor o cognitivo?
En definitiva, el control de niño sano es una herramienta fundamental para garantizar el crecimiento y desarrollo saludable de tu hijo.
Siguiendo un calendario regular de visitas al pediatra, puedes detectar a tiempo cualquier problema de salud y asegurarte de que tu hijo esté alcanzando sus hitos de desarrollo. No dudes en aprovechar estas citas para resolver todas tus dudas y asegurarte de que tu hijo reciba el mejor cuidado posible.