Consejos para los familiares de una persona con trastorno límite de la personalidad

Escrito por: Ldo. Víctor Santiago Torrente
Publicado: | Actualizado: 19/12/2022
Editado por: Margarita Marquès

Seguramente habrás escuchado hablar alguna vez sobre trastornos de personalidad, pero, ¿te has preguntado qué es en sí la personalidad? Es importante conocer qué es la personalidad antes de hablar de si está trastocada o no.

 

No voy a explayarme como si fuera un manual, te lo resumo muchísimo (con perdón de otros profesionales que echen en falta más aclaraciones sobre este concepto): es un conjunto de rasgos característicos de una persona que se dan de manera estable en el tiempo, y son consistentes en las distintas situaciones. Por ejemplo, un rasgo de la personalidad puede ser la facilidad con la que cambian las emociones de intensidad, algo que se repite año tras año y en diferentes contextos Si solo te alteras en el trabajo no es consistente en todas las situaciones, sino que es algo circunstancial.

 

Dicho esto, un trastorno de personalidad quiere decir que ese conjunto de rasgos característicos de la persona trae complicaciones para la persona, lo que suele llamarse conducta disfuncional. No es disfuncional que sea una persona introvertida, pero sí lo será si mi introversión me lleva a no comunicarme con nadie. Tampoco es disfuncional enfadarnos ante injusticias o situaciones de malestar, pero sí será disfuncional si esa rabia nos lleva a destruir relaciones o a hacernos daño a nosotros mismos.

 

Los familiares y amigos deben tener la capacidad de comprender
que el problema es la desregulación que sufren

 

Entonces, ¿qué significa tener un Trastorno Límite de la Personalidad? Consiste en haber desarrollado un conjunto de rasgos característicos que llevan a conductas muy disfuncionales. Estos rasgos en particular, y prácticamente como criterios diagnósticos, consisten en un patrón de inestabilidad emocional grande, fuerte sensación de vacío, complicaciones en muchas relaciones interpersonales (amigos, familia, pareja, etc.), e incluso maneras de autorregulación autodestructivas como autolesiones o ideación suicida.

 

En este trastorno se da una sensación de soledad difícil de manejar, así como una inestabilidad emocional acentuada, e incluso una distorsión en la autoimagen. Además, quienes padecen de este trastorno suelen tener una fuerte impulsividad que busca remediar situaciones de injusticia, malestar o temor al abandono, pero en varios casos esta impulsividad acaba resultando problemática y autolesiva. Aunque buscan mantener relaciones sanas y duraderas, tienen serias dificultades para conseguir relaciones funcionales.

 

¿Cómo se identifica este tipo de trastorno?

Este trastorno se puede ir identificando a la adultez temprana, pero también puede aparecer desde la adolescencia, período en el que es más difícil de identificar debido a la inestabilidad emocional propia de la edad. Cuando comienzan a encontrarse patrones autolesivos, autoimagen muy deteriorada, una fuerte impulsividad o una marcada asociación entre afectos positivos y malestar o abuso.

 

Además, el origen de esta patología localizarse en la infancia y adolescencia, habiendo pasado por diversos episodios de abandono, abuso físico o abuso emocional, trastocando el apego de la persona, es decir, alterando el funcionamiento de la persona a la hora de establecer límites sanos para no sufrir daños o relajar unas desmesuradas defensas ante situaciones de un malestar manejable.

 

Ejemplo de ello sería una persona que tuviese, entre otros mencionados criterios de identificación, serias dificultades para limitar el abuso o chantaje de su pareja/padre/madre/amigo, y una alerta constante de potencial abandono por parte de otra persona con la que mantenga una relación estable y más sana, llevándole a permitir ese abuso aún sin desearlo y a alejarse de relaciones sanas por miedo al daño que pudieran hacerle.

 

¿Qué tratamiento debe seguir una persona con TLP?

Las personas que hayan sido diagnosticadas con TLP deberían estar acompañadas en psicoterapia para poder ayudarles a manejar sus dificultades relacionales y a comprender sus emociones. De hecho, el TLP también puede considerarse un trastorno de desregulación emocional grave, por lo que deben estar asistidos por psicólogos expertos en esta patología.

 

El manejo emocional es clave, así como descubrir nuevas estrategias de apego seguro para lograr una funcionalidad y estabilidad en la persona.

 

Es, asimismo, muy recomendable el tratamiento psicológico desde el EMDR o Sensoriomotriz, ya que son terapias muy encaminadas al trauma, que tal y como hemos comentado, comprende la base de este trastorno.

 

¿Qué consejos daría a los familiares de una persona que sufre este trastorno?

Pediría para los familiares y amigos de la persona un elemento fundamental: cariño. En ciertas ocasiones puede ser difícil ayudar a una persona cuando se desregula demasiado, ya que en casos más graves pueden llegar a poner en compromiso a las personas que están a su lado, pero les puede ayudar mucho el cariño, entendido como la capacidad de comprender que el problema es la desregulación que sufren, no siempre la causa de la desregulación.

 

También es importante apoyarles para que busquen ayuda, y, sobre todo, no juzgarles (mucho menos por una etiqueta). Las palabras son importantes, buscamos siempre colaborar, no patologizar a la persona.

 

¿Qué consecuencias puede tener el TLP en la vida de quien lo padece?

Habitualmente puede traer consecuencias de inestabilidad o destrucción de relaciones, así como conductas autolíticas. No es infrecuente que quien padezca TLP tenga dificultades para mantener un puesto de trabajo debido a la impulsividad o a su mayor vulnerabilidad, o incluso complicaciones a la hora de mantener una relación de pareja sana ya que es probable que sufran un gran miedo a la pérdida o la impulsividad les haga alejarse de quienes quieren por miedo al abandono, aun cuando también pueden hacerse daño físico para regular el dolor emocional.

 

Cualquier persona puede llegar a desregularse en su vida, y necesitará apoyo para regularse nuevamente, lejos del castigo o la culpabilidad por estar dolidos.

 

Además, una persona con TLP no solo tiene TLP. También tiene facetas maravillosas en su personalidad, en ocasiones con creatividad increíble, con mucho afecto que, a pesar de sus miedos (como pudiera ser el miedo de cualquier persona), quieren dar y recibir. Y, como en muchísimas personas, existe la capacidad de mejorar si se da con la ayuda adecuada.

Por Ldo. Víctor Santiago Torrente
Psicología

El Ldo. Santiago Torrente es profesional de la Psicología en el ámbito sanitario, con experiencia tanto en pacientes adultos como en infantiles y adolescentes. Se graduó en la Universidad de Málaga y complementó su formación con un Máster en Tratamiento psicológico infantil y juvenil y en Psicología General Sanitaria.

En la actualidad trabaja como psicólogo en el Centro PsicoAlés, donde ofrece terapia psicológica a niños, adultos y parejas. Además, destaca por su especialización en terapia EMDR, terapia sexual y trastornos alimentarios

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