Comprendiendo la artrosis: causas y mitos de la enfermedad reumática más común

La artrosis se caracteriza por la degradación del cartílago que actúa como amortiguador y lubricante en las articulaciones. Este desgaste provoca dolor, rigidez, hinchazón y limitación progresiva en las funciones de la articulación, lo que a largo plazo puede llevar a su deformación. Por ello, es necesario consultar cualquier molestia a un especialista en Reumatología.

Es la enfermedad reumática más común. Afecta en torno al 10% de la población, llegando a afectar a un 50% de las personas de más de 50 años, según la Sociedad Española de Reumatología. En general, es más frecuente en mujeres, especialmente en manos y rodillas, mientras que, en hombres es más común en la columna lumbar.

¿Por qué aparece?

Aunque no se trata de una afección completamente genética, la herencia juega un papel significativo en la mayoría de los casos. Además, existen otros factores modificables que influyen en la aparición o el desarrollo acelerado de la artrosis. Los más destacados son:

• Sobrepeso debido a la carga adicional que se ejerce sobre las articulaciones.
• Profesiones o deportes que implican un impacto frecuente en los huesos, como la construcción, la costura o el fútbol.
• Tabaquismo, ya que el consumo contribuye al deterioro articular debido a su efecto oxidante.
• Traumatismos, cirugías o infecciones previas que pueden acelerar el envejecimiento de la articulación.

Mitos comunes sobre el reuma, la artrosis y la artritis

Es habitual que se utilice el término “reuma” para referirse a la artrosis, pero esto es incorrecto. La Reumatología abarca más de 200 trastornos distintos, como la artrosis, la artritis, la osteoporosis, la gota y la tendinitis, entre otros. Decir “tengo reuma” es un término ambiguo que no ayuda a identificar el problema exacto.

No se debe confundir artrosis con artritis. La artritis se refiere a la inflamación de la articulación, que es un síntoma y no un diagnóstico específico. Puede tener múltiples causas, como traumatismos, infecciones o enfermedades reumáticas. Por otro lado, la artrosis es una enfermedad que implica el desgaste del cartílago, lo que puede describirse como un "envejecimiento" de la articulación. Si bien la artrosis puede provocar inflamación en ciertos casos, y por ende artritis, ambas no son lo mismo. Una persona con artrosis podría experimentar artritis en algún momento, pero su condición principal sigue siendo la artrosis.