¿Cómo se cura una otitis media?

La otitis media aguda (OMA) consiste en la inflamación del oído medio como consecuencia de una infección. Los principales síntomas son dolor en el oído, sensación de presión y pérdida auditiva.
 

La OMA es uno de los motivos de consulta más comunes en la infancia, siendo la primera causa de sordera en los niños. Aunque es más habitual en niños, también se produce en adultos debido a cambios de tiempo, afecciones catarrales o alergias. 
 

Se trata de un proceso que tratado de forma precoz se soluciona sin complicaciones, desapareciendo progresivamente el dolor y la sordera.
 

En el niño, con relativa frecuencia, supone una pérdida auditiva durante largas temporadas, cosa que puede dar lugar a un retraso en la adquisición del lenguaje o un bajo rendimiento escolar por falta de atención. Además, en algunos casos la otitis media aguda provoca complicaciones en el propio Hueso Temporal (Mastoiditis) y, más raramente, se complica con una infección de estructuras intracraneales.
 

¿Por qué se da generalmente en niños?

En la etapa infantil, desde el primer año hasta los 7 años aproximadamente, los niños son especialmente vulnerables a este tipo de infecciones porque son pequeños, inmunológicamente son más débiles y se resfrían mucho. También hay una serie de circunstancias que condicionan este hecho como la estructura anatómica, llamada trompa de Eustaquia, que facilita el acceso de la mucosidad nasal al oído medio en estas edades.
 

¿Qué signos de alerta podemos identificar?

En general, el tipo de consulta que los especialistas tenemos es que típicamente el niño manifiesta dolores de oído, suelen ser dolores recurrentes y, en primera instancia, se realiza un tratamiento con antibióticos.
 

Por otro lado, hay un grupo de niños en que la otitis ya no se presenta de una forma tan florida. Son niños que se presentan como distraídos, nerviosos, despistados, en el cole nos alertan de que no siguen bien las clases y los padres a veces notan como una falta de atención.
 

Todo esto en el conjunto de un niño que además se resfría mucho, que tiene mucha mucosidad. Debe alertarnos para estudiar la audición para que no queden unas secuelas en el futuro adulto.
 

¿Cuál es el tratamiento?

El primer paso es el tratamiento de las infecciones de oído medio con antibióticos, normalmente proporcionados en urgencias por una otitis o por su pediatra. Es muy importante añadir al tratamiento lavados nasales con suero salino fisiológico durante varias semanas.
 

Posteriormente, si pasamos a la fase en que se cronifica la situación tenemos, en muchos casos, que recurrir al tratamiento quirúrgico, que es sencillo. La intervención consiste en insertar un tubo de ventilación en la membrana timpánica, ya que el hecho de entrar aire nos cura toda la mucosa del oído medio y permite que se recupere completamente la funcionalidad del mismo. Este drenaje estará colocado unos 8 meses y saltará espontáneamente con el cerumen del conducto auditivo sin precisar mayor intervención.  
 

¿Qué consecuencias puede tener una otitis media no tratada?

Es fundamental el seguimiento en consulta con el especialista en Otorrinolaringología porque todo esto los doctores lo realizamos para evitar que quede algún tipo de secuela en el oído del niño, como: pérdidas de audición, retraso consecuente del aprendizaje y del lenguaje, así como infecciones crónicas y complicaciones crónicas en el oído del futuro adulto tipo colesteatoma o incluso abscesos o meningitis, entre otros.