¿Cómo se crea nuestra personalidad?

Escrito por: Manuel López Espino
Publicado: | Actualizado: 12/09/2019
Editado por: Carlota Rincón Muñoz

El ser humano es una especie con procesos muy diferentes, dependiendo de unos u otros. Esto se compone de dos factores; por un lado, la personalidad que es el conjunto de cualidades y rasgos que nos diferencian de los demás. Por otro lado, el orgullo, que es la capacidad excesiva de valorar lo propio por encima de los demás. El orgullo hace que no seamos capaces de entender a los demás, ya que es una percepción desmedida de las virtudes de uno mismo.

Las relaciones son necesarias para nuestro desarrollo y para
sentirnos que pertenecemos a un grupo

 

Cómo afecta nuestra personalidad a…

Nuestras amistades

A ciertas edades nos unimos a personas por nuestro trabajo, las actividades que hacemos, el lugar donde vivimos… Esto no evoluciona a la vez que nosotros, sino que podemos hacer muchos cambios que pueden implicar ir despegándonos de ciertas personas o situaciones que antes estaban en nuestra vida. Lo importante es tener libertad y crecer personalmente en la dirección que elijamos. No por esto somos peores amigos o más despegados, la amistad está unida a principios, valores, afectos, donde las diferencias también caben.

Nuestra pareja

Generalmente las parejas van creciendo juntas, sin importar que los caminos que toman sean diferentes, lo que enriquece más la relación y le da fuerza. Lo importante es que haya libertad para dejar crecer a la otra persona. Muchas rupturas se dan porque una persona de la pareja crece mientras que el otro se queda estancado sin avanzar, y sigue teniendo las mismas metas desde hace 20-30 años. Una de las partes de la pareja madura y busca nuevos estímulos, gente que le enriquezca y si el otro no tiene nada que aportar la relación se vuelve monótona llegando al aburrimiento.

Nuestra imagen

Otro aspecto a tener en cuenta cuando hablamos de personalidad es la imagen que queremos transmitir a los demás. No tener una personalidad definida es como ir desnudos ante los demás, mientras que ellos van vestidos con sus triunfos materiales pasados o herencias sin ganar. Muchas veces tenemos que pensar en romper con el estatus que nos otorgan las cosas materiales y dejarlo todo a las habilidades personales. Esto se basa en practicar la empatía, la asertividad, la escucha activa, las habilidades sociales… Básicamente ir creando nuestra personalidad sin que, durante el proceso, se cree una falsa imagen que nos impida conseguir lo que queremos.

 

¿Cómo podemos cultivar nuestra personalidad?

Las relaciones humanas nos llenan y nos saturan, hacen que evolucionemos o nos inculcan miedos, límites, prejuicios y dogmas, por eso es importante relacionarse con personas que nos aporten cosas positivas. No obstante, hay personas como nuestros padres, hermanos, vecinos, compañeros… con las que no podemos elegir relacionarnos. Es difícil seleccionar a las personas que nos van a influir, ya que finalmente no sabemos si será de manera positiva o negativa.

 

Como seres humanos tenemos nuestra zona cerebral emotiva, relacionada con el sistema límbico y la parte racional, donde reside la razón. Cuando crecemos personalmente, tenemos que tener en cuenta ambas partes, pero ¿hasta qué punto tiene que afectarnos lo afectivo? Está demostrado que el afecto es igual de importante que la alimentación en los primeros años de vida. Buscamos el calor, tanto física como en las relaciones. Esto es por dependencia, y por sentirnos de alguna manera indefensos frente al medio. No obstante, la pregunta es ¿dejamos de elegir por nosotros mismos cuando dejamos de sentirnos dependientes? O por el contrario, ¿se rompe la dependencia cuando vemos que ya no hay lazos afectivos que nos unan? Aquí reside la importancia de la creación de lazos cuando somos pequeños y el amor incondicional que hay por los lazos de sangre. Siempre hay familias rotas y relaciones de amistad más fuertes y sanas, por lo que un apellido no es solamente lo que nos une. A veces hay que tener en cuenta otros factores que hagan que ambas partes quieran seguir con esta relación o de lo contrario acabaría.

 

Los especialistas en Psicología afirman que las relaciones son necesarias para nuestro desarrollo y para sentirnos que pertenecemos a un grupo. Pero al igual que nosotros, los demás también pueden decidir con quién estar, por eso hay que cuidar las amistades, crecer y evolucionar para no empobrecer las relaciones. Finalmente es un trabajo personal y vivo que debe crecer, nunca quedarse estancado. 

 Manuel López Espino

Por Manuel López Espino
Psicología

Manuel López Espino es un prestigioso psicólogo, licenciado por la Universidad Complutense de Madrid en 1998. Con dos décadas de experiencia, ha completado su formación con múltiples cursos y másteres de su especialidad.

Ha compaginado su labor profesional con la docencia, siendo profesor y coordinador de diversos cursos y asignaturas de máster, en la Universidad a Distancia de Madrid, la Universidad de Alfonso X El Sabio, entre otros centros. Además, ha realizado diversas presentaciones en congresos de ámbito nacional, como en el V Congreso Nacional de Psiquiatría.


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