¿Cómo puedo detectar si mi hijo tiene estrabismo?
Escrito por:El estrabismo infantil es una afección ocular en la que los ojos de un niño no están alineados correctamente y apuntan en diferentes direcciones. Uno de los ojos puede mirar hacia adelante mientras que el otro puede desviarse hacia adentro, hacia afuera, hacia arriba o hacia abajo.
Esta falta de alineación puede afectar significativamente la visión, ya que el cerebro recibe dos imágenes diferentes y puede comenzar a ignorar (suprimir) la imagen del ojo desviado, lo que lleva a la ambliopía u "ojo vago". Además, para ver en profundidad y calcular las distancias necesitamos que ambos ojos trabajen juntos, por lo que en el estrabismo se pierde esta capacidad.
¿Cómo puedo identificar si mi hijo sufre de estrabismo?
A partir de los 3-6 meses de edad los ojos deben estar siempre alineados. Cualquier niño al que se le note una desviación a partir de esa edad, aunque sea “a veces”, debe ser revisada por un oftalmólogo, preferentemente uno especializado en estrabismos.
Los padres pueden identificar posibles signos de estrabismo observando el comportamiento de su hijo, como inclinar la cabeza para mirar algo, falta de coordinación o torpeza, y quejas sobre visión doble.
Ante la sospecha de estrabismo, es crucial consultar a un especialista en Oftalmología para una evaluación profesional.
¿A qué edad puede desarrollarse el estrabismo infantil?
El estrabismo puede desarrollarse a cualquier edad, pero es más común que aparezca en la infancia. A menudo, se detecta en bebés y niños pequeños, generalmente antes de los 3 años. Sin embargo, en algunos casos, el estrabismo puede aparecer más tarde, incluso durante la adolescencia. Es importante realizar exámenes oculares regulares desde una edad temprana para detectar cualquier problema de alineación ocular lo antes posible.
¿Con qué frecuencia debo llevar a mi hijo a un examen ocular para detectar problemas como el estrabismo?
Se recomienda llevar a los niños a su primer examen ocular alrededor de los 6 meses de edad, seguido de otro examen a los 3-4 años, y luego a los 5-6 años. Después de eso, los exámenes oculares deben realizarse cada 1-2 años, a menos que se detecte un problema. Si un niño tiene factores de riesgo para el estrabismo, como antecedentes familiares o signos tempranos de problemas visuales, es posible que necesite exámenes oculares más frecuentes.
¿Cuáles son las opciones de tratamiento para el estrabismo infantil?
Lo primero que debemos hacer es tratar la ambliopía (ojo vago). Esta se trata con gafas (o lentes de contacto) y parches principalmente. Con las gafas hacemos que la imagen llegue lo más nítida posible al ojo para que se desarrolle bien la visión. Además de que hacen que el ojo no tenga que hacer esfuerzo para ver, lo que puede desencadenar o empeorar el estrabismo. Con el parche lo que hacemos es obligar a usar el ojo desviado. Mientras está desviado el ojo está siendo anulado y no desarrolla la visión.
En algunos estrabismos puede ser útil los ejercicios o terapia visual (siempre indicado por el oftalmólogo). A veces con gafas, parches y terapia puede mejorar y disminuir el ángulo. Pero lo habitual es que el ángulo que queda esté provocando la supresión del ojo desviado. Si esto es así debemos operar para alinear los ojos.
Con la cirugía se modifica la posición de los músculos que controlan el movimiento de los ojos, de manera que podemos debilitarlos o reforzarlos para permitir el alineamiento del ojo. El objetivo del tratamiento es alinear los ojos, mejorar la visión binocular y prevenir la ambliopía.
¿Cómo sé si el tratamiento del estrabismo en mi hijo está funcionando?
La efectividad del tratamiento para el estrabismo se monitorea a través de exámenes oculares regulares realizados por un oftalmólogo. Los padres también pueden notar mejoras en la alineación ocular y en la coordinación del niño. Si el niño usa un parche o gafas, la consistencia en el uso y la observación de mejoras en el control ocular son señales positivas. Es esencial seguir las indicaciones del oftalmólogo y asistir a todas las citas de seguimiento para ajustar el tratamiento según sea necesario.