¿Cómo prevenir el dolor de espalda?

La columna vertebral es la estructura central del cuerpo sobre la que se soportan la casi totalidad de actividades de movimiento que realizamos, ya sea con los brazos o con las piernas. También es el eje posicional para estar de pie, sentado y/o caminando. Participa siempre en cualquier actividad de esfuerzo laboral o deportiva. Solo descansa al estar tumbados.

Por todo ello, se convierte en la zona anatómica que con mayor frecuencia ocasiona dolencias o problemas entre las personas.

Factores como el estilo de vida, el sobrepeso, la debilidad muscular y una actividad físicamente exigente, juegan un papel en la aparición de los síntomas y el comportamiento de la columna.  Por eso es necesario un buen mantenimiento muscular, una flexibilización de la columna para acompañar a la actividad funcional y al envejecimiento de la columna.

¿A qué puede derivar un dolor de espalda o de una zona de la espalda de forma prolongada?

El dolor prolongado en un área de nuestra columna puede llevar a la cronicidad de este. En consecuencia, a una pérdida de actividad por el propio dolor, una pérdida de funcionalidad y pérdida de tono y elasticidad muscular.

Con el aumento de edad, la capacidad de revertir esta situación, disminuye considerablemente. Por ello, los insistentes consejos del médico especialista en columna, en el diagnóstico precoz y en la instauración de medidas capaces de mejorar.

¿Qué casos son los más perjudiciales? Ejemplos.

El sedentarismo y el sobrepeso son las situaciones que más perjudican a la columna vertebral. Es el propio paciente quien las puede modificar con ayuda de los especialistas.

En el ámbito laboral, las actividades que requieren levantamiento de peso o actividades repetidas de flexión o extensión sobrecargan la columna. 

La actividad mantenida durante horas frente a una pantalla de ordenador también desencadena dolor cervical. Hay que realizar ejercicios periódicos de mantenimiento de la movilidad cervical.

¿Qué consecuencias tiene un mal hábito postural?

El dolor de espalda, habitualmente, se localiza en la zona lumbar y, con menor frecuencia, en la zona cervical. Una mala postura mantenida durante muchas horas sentado o de pie pueden desencadenar dolor lumbar. 

Prácticamente siempre, o bien existe de base alguna alteración anatómica a nivel del disco o a nivel de las articulaciones posteriores intervertebrales, o bien son columnas que no están protegidas por un buen equilibrio de la musculatura. 

¿Cómo se puede prevenir el dolor de espalda?

Tener una buena postura no es solo una cuestión estética, sino que nos ayudará a evitar dolores, lesiones y otros problemas de salud.

El dolor de espalda es consecuencia de la falta de fuerza, de desequilibrios musculares y malos hábitos. Además, trabajar en una silla anatómicamente correcta, tener una buena colocación de la pantalla de ordenador y la posibilidad de movilidad intermitente son medidas de ayuda.

Para prevenir el dolor se recomienda hacer ejercicios con regularidad para fortalecer la musculatura.

¿Es la cirugía de columna el único recurso para mejorar la calidad de vida del paciente?

Prácticamente nunca es la primera opción que proponemos al paciente. Un correcto e individualizado tratamiento rehabilitador, la práctica habitual de ejercicios sobre la musculatura de la columna y de la pelvis, y los tratamientos realizados en la Unidad de Dolor son las primeras opciones terapéuticas.

Aquel paciente que no puede mantener una calidad de vida satisfactoria en relación con su edad es el que se va a beneficiar de la cirugía. Va a depender directamente del diagnóstico, es decir, de identificar cual es la causa del dolor y cómo altera la calidad de vida de cada paciente. 

Diagnósticos objetivados como hernia discal, espondilolistesis, estrechamiento del canal vertebral o deshidratación severa discal son los que con mayor frecuencia van a precisar un tratamiento quirúrgico para mejorar.