¿Cómo afrontar una ruptura de pareja y qué hay detrás?

En algunas ocasiones el amor se apaga. En otras se produce traición, desengaño o decepción. Sin embargo, en la mayoría de ocasiones ocurre que, aunque todavía haya amor, uno es consciente de que es mejor dejar la relación, por diferentes circunstancias.

Las diferencias en la pareja son normales, pero a veces no pueden superarse

Las diferencias en las parejas son inevitables y es una realidad que, si no gestiona bien, puede terminar en una ruptura. Tener algún que otro conflicto no tiene por qué llevar a la separación. Estos pueden ocurrir en un nivel adaptativo de la pareja y, con cierto esfuerzo, poniendo ambos de su parte, puede recuperarse el equilibrio. No obstante, hay casos en que la reconciliación no es posible, y poner fin a una relación es, por norma general, muy duro.

Según un estudio de los Drs. Sbarra y Borelli, de la Universidad de Denver, publicado en 2018 en el Journal of Family Psychology dice que: “dejar nuestro compromiso con alguien genera dolor emocional, una dimensión a menudo complicada de  manejar”, y añaden: “cuando las parejas no comparten su proyecto de vida es probable que, una vez pasada la fase de enamoramiento inicial, tengan dificultades para seguir juntos. Vivir una ruptura puede ser una experiencia dolorosa de afrontar, dado que se pierde algo que se ha tenido y valorado. Se deja atrás un espacio compartido, un proyecto ya truncado y un legado de recuerdos que deberemos gestionar del mejor modo posible”.

Una vez se produce una ruptura de pareja es necesario redefinirse a uno mismo

Cuando se produce una ruptura de pareja es necesario redefinir una serie de aspectos fundamentales y que no todos hacen de manera adecuada porque el cerebro, las emociones y pensamientos siguen anclados en la (ex)pareja. Es “normal” sentirse triste, y eso invade a la persona: aumentan los pensamientos negativos, vienen a la mente continuamente recuerdos y hábitos pasados, que pueden dificultar que nos desprendamos de nuestra ya antigua relación. Es difícil ser objetivos y tener la fuerza suficiente para superar el duelo. Aunque se sepa que la vida continúa es duro asumir que lo haremos sin nuestra pareja.

Después de una ruptura de pareja se recomienda iniciar el proceso de duelo, aceptar la realidad y reorganizar nuestra vida personal, social y familiar. El duelo es un proceso psicológico que permite adaptarse a la pérdida emocional y física. A veces se inicia incluso antes de que la separación se “materialice” porque se deja de contar con el apoyo de la pareja, y se pierde la idealización.

En este sentido, Sbarra y Borelli dicen: “ser capaces de dar forma a un duelo genera un alto beneficio psicológico y emocional”, y añaden: “cada uno a su tiempo y a su manera, logrará adaptarse a la nueva situación, reconstruirá la experiencia y seguirá adelante, consiguiendo superar la ruptura”, “Para la mayoría de personas, el duelo es un proceso complejo y a ciertas personas les resulta extremadamente difícil y no logran adaptarse a la nueva situación, quedando atrapados en el dolor y la rabia, esforzándose en eliminar al otro de su vida sin poder avanzar. Si el duelo se congela, la separación se vuelve destructiva, se estanca y se prolonga”.

Pautas para superar mejor una ruptura de pareja:

1. Aceptar la ruptura. Es importante asumir lo sucedido sin rencor, sin rabia y sin bloqueo. Las emociones negativas irán siendo cada día menos intensas y permitirán crear nuevas rutinas. Es esencial cerrar capítulos, dar sentido a lo vivido y optar por iniciar una nueva etapa en nuestra vida.
2. Llevar una separación constructiva, por mucho que cueste. Cómo se gestiona la rutina determinará el impacto que pueda tener en las personas involucradas, especialmente si la pareja tiene hijos. Cada uno tiene que asumir su parte de responsabilidad y un nuevo rol en la etapa actual, expresando dolor, estableciendo límites claros e impedir, sobre todo, que terceras personas sean involucradas. Si la pareja tiene hijos es importante recordar que se deja de ser pareja pero no padres. Esas funciones deben respetarse y nunca involucrar a los hijos en el conflicto. Por otra parte, no se recomienda iniciar nueva relación de pareja sin haber superado el duelo anterior, ya que pueden proyectarse emociones antiguas y hábitos no muy adecuados.
3. Vivir el duelo y aceptar sus fases. Hay que aceptar que no podremos recuperar la estabilidad y felicidad en un periodo muy corto de tiempo. Todo el mundo necesita tiempo: sufrir, sentirse vacío y llorar, son realidades para superar la ruptura. Hay que vivir cada fase del duelo, expresando emociones y dejando que este siga su curso. Hay que evitar autoengañarse y decir: “no pasa nada”, “no me importa”, cuando en realidad sí que nos está afectando, y es normal. Cuando llegue el momento hay que recuperarse y programar nuevas rutinas y cosas para hacer.
4. No hay que caer en la tentación de volver. Cuando la ruptura es relativamente reciente nos sentimos vulnerables, por lo que es adecuado esperar un tiempo razonable para tomar decisiones, hasta superar la ruptura.
5. A veces es necesaria la ayuda profesional y la terapia psicológica o mediación familiar en caso de conflicto.
6. Aunque a veces dé miedo la soledad, es una vivencia que se acompaña de aprendizaje y crecimiento personal.

Por todo ello, en la medida de lo posible, sería adecuado:

• Ajustar nuestra manera de pensar. Lauren Howe y Carol Dweck, de la Universidad de Stanford, en Estados Unidos, publicaron en 2016 un artículo que explicaba cómo superar una ruptura de pareja. Tras muchas entrevistas y sesiones a pacientes en pleno proceso de duelo afectivo se dieron cuenta de que buscar apoyo social y conocer gente ayudaba a superar el trauma: “Si estamos en compañía, haremos más planes, conversaremos, nos divertiremos, conoceremos a gente nueva y, en definitiva, abriremos nuevas puertas en nuestra vida”.
• Recordar, aunque cueste reconocerlo, “la vida sigue”. No parar tras una ruptura. Puede que no nos apetezca hacer todo lo que hacíamos antes. La inactividad física y fácil lleva a pensamientos negativos, creando círculos viciosos de pensamientos distorsionados y ello nos impide procesar un cambio en nuestra vida, ya que no todo gira entorno a nuestra relación. En la vida existen muchos elementos importantes. Tenemos amigos, familia, trabajo y, sobre todo, a nosotros mismos. No nos centremos solamente en aquello que hemos perdido y valoremos lo que somos y agradezcamos todo aquello que tenemos. Esto nos ayudará a estar en una nueva etapa vital.

Y, si este duelo por ruptura de pareja no podemos superarlo nosotros mismos, buscar ayuda psicológica profesional donde daremos herramientas para una nueva vida. Desde PsicologiaBCN os damos toda esa energía, fuerza y autoconfianza para emprender un nuevo proyecto de vida.