Cirugía tiroidea para la extirpación de la glándula tiroides

Escrito por: Dr. Roberto Valdés Pons
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Editado por: Top Doctors®

Las indicaciones más frecuentes para proceder a la cirugía tiroidea son: el aumento difuso de la glándula (bocio), el aumento localizado de una parte de la glándula (nódulo) y los tumores tiroideos. Además existen otras indicaciones mucho menos frecuentes.

Al igual que para otras operaciones, todo paciente al que se le vaya a realizar una tiroidectomía debe ser evaluado preoperatoriamente con una historia médica y examen físico completo. Cualquier paciente que haya tenido un cambio en la voz, o que haya tenido una operación previa del cuello deberá tener una evaluación pre-operatoria de las cuerdas vocales llamada laringoscopia.

 

¿Qué riesgos comporta la cirugía tiroidea?

Los riesgos más importantes de la cirugía de tiroides incluyen: hemorragia, daño del nervio laríngeo recurrente que puede causar ronquera permanente, y daño de las glándulas paratiroides que controlan los niveles de calcio en el cuerpo, causando hipoparatiroidismo. En general, el riesgo de cualquier complicación debería ser menor del 2%. Sin embargo, el riesgo de complicaciones que se discute con el paciente deberá ser el del cirujano en particular, y no el riesgo citado en la literatura.

 

¿Cómo se procede a la cirugía tiroidea?

Los pacientes deberán discutir con el especialista en Otorrinolaringología qué tipo de operación de tiroides se va a realizar, hemitiroidectomía o tiroidectomía total, y la razón por la cual se recomienda. La tiroidectomía total es el método de elección para el tratamiento de pacientes con nódulos benignos múltiples y/o bocios grandes. Para pacientes con nódulos unilaterales, la hemitiroidectomía es el tratamiento de elección, siempre que se informe al paciente que si el resultado anatomopatológico de la pieza quirúrgica es el de tumor, deberá extirparse el otro lóbulo tiroideo. En algunos centros médicos, durante la intervención se realiza una biopsia para que en el caso de que el diagnóstico sea de tumor, se complete el tratamiento quirúrgico con una tiroidectomía total. La indicación de la biopsia intraoperatoria depende del servicio de Anatomía Patológica del centro en que se realice la cirugía, y hoy en día no está recomendada su utilización por el elevado número de falsos negativos. Para pacientes con hipertiroidismo debido a la enfermedad de Graves se debe realizar una tiroidectomía total. En cualquier caso, no deben realizarse tiroidectomías subtotales ni en la enfermedad de Graves ni en los bocios multinodulares.

La cirugía usualmente tarda de dos a tres horas. Puede dejarse un drenaje quirúrgico dependiendo de la costumbre del cirujano y de lo agresiva que haya sido la intervención. La mayoría de los pacientes sometidos a cirugía de tiroides permanecen hospitalizados entre dos y tres días. Deben evitarse las actividades que precisen de esfuerzo físico importante durante diez días.

 

¿Cuál es el proceso de recuperación de la cirugía tiroidea?

En el caso de que se realice una tiroidectomía total, el paciente deberá tomar la hormona que produce esta glándula (tiroxina) el resto de su vida aunque, en general, los niveles de hormona tiroidea se normalizan en pocos meses. La hormona tiroidea también se puede utilizar como terapia de supresión para prevenir el crecimiento del tejido tiroideo que haya podido quedar tras una cirugía no completa y en algunos casos de tumor tiroideo.

La hormona tiroidea es fácil de tomar. Como permanece en el organismo por un largo período de tiempo, se puede administrar una sola vez al día. El mejor momento para tomar la hormona tiroidea es a primera hora de la mañana con el estómago vacío. Es muy importante que los niveles de hormona tiroidea y TSH (hormona estimulante de la glándula tiroides) sean controlados periódicamente, de modo que la dosis pueda ser ajustada en caso necesario.

Con cierta frecuencia el paciente puede presentar un estado de hipocalcemia secundaria a la manipulación de las glándulas paratiroides o a su extirpación involuntaria o no durante la tiroidectomía. En la primera situación, la hipocalcemia será transitoria y el paciente deberá tomar calcio asociado a vitamina D durante cierto tiempo hasta que se normalicen los niveles sanguíneos de calcio. En la segunda situación, la hipocalcemia será irreversible y el paciente deberá tomar calcio, vitamina D y hormona paratiroidea de forma permanente.

Por Dr. Roberto Valdés Pons
Otorrinolaringología

El prestigioso especialista en Otorrinolaringología, el Dr. Valdés Pons es experto en otología, cirugía cabeza y cuello y vértigo, entre otros.

Licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Santiago de Compostela en 1985, realizó la residencia en el Hospital 12 de Octubre de Madrid. Con una larga trayectoria profesional, desde hace más de 20 años, es el Jefe de Servicio de Otorrinolaringología y Patología Cervicofacial en el Hospital Povisa de Vigo. Además, ha impartido clases como docente en el Máster de Biomateriales y Tecnología biosanitaria en la Universidad de Vigo. Miembro de las principales sociedades científicas a nivel nacional e internacional.

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