Balón gástrico ingerible: un método para perder peso
El balón gástrico ingerible es un balón gástrico que para su colocación no precisa de ninguna técnica endoscópica, ya que se traga en forma de una cápsula similar a la de los medicamentos, que al llegar al estómago se despliega y se rellena de líquido convirtiéndose en un balón de volumen y características iguales a los balones clásicos. El relleno se realiza a través de un fino catéter que lleva adosado la cápsula y que se retira tirando de él una vez que el relleno ha concluido. Todo el proceso lleva poco más de cinco minutos.
¿En qué casos está indicado esta técnica?
Como todos los balones gástricos, está indicado en aquellas personas que necesitan perder peso y que, con un régimen dietético, no pueden lograrlo o tienen muchas dificultades para conseguirlo.
Aunque normalmente se considera indicado para pérdidas de peso entre 10 y 30 kilos, para necesidades mayores de 30 o 40 kilos se puede recurrir a la técnica de balones secuenciales, es decir colocar un segundo balón una vez eliminado el primero para continuar con la pérdida de peso.
Solo esta contraindicado en niños y embarazadas, después de algunos tipos de cirugías digestivas y algunas hernias de hiato de dimensiones muy grandes.
¿Qué ventajas tiene respecto a las técnicas tradicionales?
La ventaja obvia es la sencillez de colocación que no precisa de ninguna técnica especial salvo ingerir una cápsula sentado en una silla. Además, el balón se va a vaciar el sólo transcurridos cuatro meses desde su colocación y se elimina con las heces del hábito intestinal normal, sin que sea percibido por el paciente en la mayoría de los casos. Por lo tanto, no precisa tampoco de ninguna endoscopia ni anestesia para su retirada que era la parte más delicada en los balones clásicos.
Pero quizá la mayor ventaja está en el hecho cierto de que los pacientes no son conscientes de cuando desaparece realmente el balón y pueden continuar con la pérdida de peso una vez que el balón ha sido expulsado y tienen una facilidad mucho mayor para seguir los protocolos de mantenimiento del peso conseguido una vez que se vuelve a una dieta normalizada.
¿Cómo se realiza?
Se traga la cápsula, sentado en una silla hablando con normalidad con el médico que realiza la colocación. Una vez que se comprueba que esta alojada en el estómago se procede a su llenado a través del delgado catéter que lleva adosado la cápsula. Cuando se ha concluido el llenado se retira el catéter con un pequeño tirón y el proceso ya está terminado. Todo ello no dura mucho más de cinco minutos y durante ese tiempo, médico y paciente pueden estar hablando tranquilamente entre ellos.
Algunas personas tienen dudas sobre si serán capaces de tragar esa cápsula, pero debemos de tener en cuenta que disponen de la ayuda del médico que coloca el balón. Casi todo el mundo duda cuando la cápsula esta atravesando la garganta, pero en ese momento el médico ayuda empujando un poquito y la cápsula ya está dentro.
¿Cómo son los resultados y qué cuidados debe seguir el paciente?
Como siempre que se coloca un balón dentro del estómago se produce una gran sensación de saciedad y el paciente no tiene hambre, lo que le permite seguir una dieta muy restrictiva y conseguir una pérdida de peso muy importante. Es normal perder entre 10 y 20 kilos en los meses que dura el balón y aquellas personas que precisan más pueden perder más de 30 kilos en 6 meses.
Pero lo más importante es el mantenimiento posterior del peso conseguido. La gran ventaja de este balón esta en la suavidad y fluidez con que se produce el tránsito de tener el balón a no tenerlo. Los pacientes no refieren una sensación de hambre mayor o diferente en ningún momento del proceso y eso posibilita mucho más el manejo de los protocolos de mantenimiento del peso posteriores al balón.