Avances en radioterapia, mejoras contra el cáncer

Los tratamientos de radioterapia han evolucionado mucho los últimos años. Hoy en día, la tecnología nos ha permitido evolucionar hacia una radioterapia que reduce mucho los efectos secundarios, que ofrece unos elevados porcentajes de curación y una mejor calidad de vida a los pacientes.

En el caso del cáncer de mama, se emplean tres tipos de radioterapia diferentes. El primero y más habitual es la radioterapia de intensidad modulada (IMRT), cuyas características hacen de los tejidos sanos adyacentes a la zona a tratar estén más protegidos. El segundo método es la braquiterapia, que permite aplicar directamente la radio sobre las células tumorales. Es un tratamiento que se a realiza a través de catéteres que se introducen bajo la piel y permite atacar directamente el tumor. El tercer tipo de radioterapia es la irradiación parcial de la mama, indicado únicamente en tumores que han sido diagnosticados de forma precoz. Permite afrontarlos de un modo menos agresivo y aporta unos resultados estéticos muy buenos y, lo que es más importante, también una buena calidad de vida. Este tipo de radioterapia no es universal, sino que se dirige a pacientes de más de 50 años, con tumores de menos de 2 centímetros, sin ganglios positivos, con un pecho no excesivamente grande y que no se hayan sometido a técnicas de quimioterapia.

Radioterapia en cáncer de próstata

Además de tratar el cáncer de mama, el Instituto IMOR estudia otros tipos de cánceres. Mientras que el más frecuente en las mujeres es el cáncer de mama, en los hombres acostumbra a ser el de próstata. En este último caso, aplicamos radio de intensidad moderada y branquiterapia, con lo que obtenemos un 98% de curaciones sin efectos secundarios como la incontinencia urinaria o las disfunciones eréctiles. No obstante, también aplicamos radioterapia en casos de cáncer de colon y recto, en tumores ginecológicos, cáncer de pulmón, tumores intracerebrales, entre otros.

De cara al futuro, nuestra intención es seguir apostando por las últimas novedades tecnológicas y ponerlas a disposición de nuestros pacientes, tal como hemos hecho desde que IMO abrió sus puertas en el año 2000. También seguiremos colaborando con la creación de una cultura de la prevención del cáncer. En el caso de la mama, detectar a tiempo un tumor nos permite obtener un mayor índice de éxitos con la radioterapia, por lo que no conviene bajar la guardia.