Ataques de pánico: ejercicios terapéuticos para tratarlos
Escrito por:Podemos decir que un trastorno de pánico se incluye dentro de los trastornos de ansiedad. Se caracteriza por sentimientos de miedo y temor a padecer sensaciones físicas como hiperventilación, disnea o dificultad para respirar, palpitaciones y sudoración, dentro de la creencia a que dicho episodio es sintomático de una cardiopatía, patología respiratoria, etc.
¿Cómo podemos detectarlo?
Podremos identificar un ataque de pánico ante la manifestación de los síntomas antes reseñados y, sobre todo, por la interpretación psicológica que hacemos de dicha sintomatología. Por lo general, estas reacciones son mecanismos adaptativos que han evolucionado para poder hacer frente al peligro.
¿Qué consecuencias hay tras un ataque de pánico?
Tras sufrir un ataque de pánico, nuestro cuerpo reacciona de forma desproporcionada ante la presencia de un peligro ocasionado por nuestras creencias irracionales, lo cual retroalimenta todas las respuestas fisiológicas identificadas anteriormente. Esto a su vez, refuerza el componente cognitivo (pensamientos anticipatorios) y conductual (evitación).
¿Cómo se trata? ¿Qué ejercicios terapéuticos se pueden realizar?
Con ayuda de un psicólogo profesional, podremos hacer frente a este trastorno mediante técnicas de carácter cognitivo-conductual como la exposición a las sensaciones y pensamientos manifestados con reestructuración cognitiva (mejorar la interpretación que hacemos de los síntomas manifestados) y técnicas de inoculación de ansiedad (respiración secuenciada, entrenamiento autógeno, relajación muscular de Jacobson). Además, pueden resultar efectivas las técnicas de mindfulness practicadas siempre complementando a las dos anteriores.
¿En qué se diferencia un ataque de pánico de un ataque de ansiedad?
La diferencia entre un ataque de pánico de un ataque de ansiedad radica básicamente en que la aparición de la ansiedad muy frecuentemente se vincula a la aparición de algún estimulo aversivo o estresor específico. En cambio, un ataque de pánico se inicia súbitamente y puede tener una duración variable dependiendo de la intensidad de los miedos del paciente. Por lo general, alcanza su punto álgido al cabo de 10 minutos aproximadamente.