Artrosis de rodilla: ¿cuándo debemos operar?

Escrito por: Dr. Juan Ramón Amillo Jiménez
Publicado: | Actualizado: 17/06/2022
Editado por: David Moore Trias

¿Qué es la artrosis de rodilla?

La artrosis es una de las causas más frecuentes de dolor musculoesquelético, teniendo un importante impacto en términos de morbilidad y estado global de salud y afectando a uno de cada diez españoles.

Se estima que la artrosis de rodilla afecta al 30-35% de los mayores de 65 años, estableciendo un pico de prevalencia en el intervalo de edad entre los 70 y 79 años.

En este grupo de pacientes la incapacidad funcional y el dolor, principales síntomas de la artrosis de rodilla, suelen causar una sustancial pérdida de autonomía y calidad de vida. Es por ello que se convierte en un gran problema de salud pública, dado el envejecimiento progresivo de la población, y la cada vez mayor prevalencia de la artrosis.

 

Radiología de una artrosis de rodilla

 

¿Cuándo es necesaria una intervención quirúrgica?

Debería mejorarse la decisión si un paciente debe someterse o no a un procedimiento quirúrgico, profundizando en el estudio de aspectos que reclaman mejores estrategias para el tratamiento de la artrosis en fase inicial y reducir así́ la demanda de cirugía. Se ha referido que alrededor del 30% de este tipo de intervenciones son inapropiadas.

El dolor y la incapacidad funcional, son las principales manifestaciones de la artrosis de rodilla, pueden mejorar y, como consecuencia, minimizar el impacto que tienen sobre la salud de quienes la padecen. Los siguientes son los factores de riesgo nocivos, pero ampliamente conocidos y modificables:

Por tanto, el tratamiento es básicamente no farmacológico, pues se centra en cambios en el estilo de vida. Los principales objetivos son proteger las articulaciones evitando la sobrecarga física y favorecer la tonificación muscular.

¿En qué consiste el tratamiento no farmacológico?

Hay un acuerdo unánime en que la información, la educación del paciente y la modificación y el control de los factores de riesgo que pueden modificarse son el núcleo esencial del tratamiento integral de este proceso, y así́ se recomienda en todas las guías nacionales e internacionales para el tratamiento y el manejo de la artrosis. Hay que asegurar la participación activa de los pacientes en programas educativos para que puedan aprender a “auto manejar” la enfermedad.

 

El ejercicio físico proporciona grandes mejoras en la función.

 

El ejercicio físico proporciona mejoras en la función y en el dolor en pacientes de edad avanzada con artrosis de rodilla. La realización de ejercicios de educación física es esencial en el tratamiento de esta enfermedad, por lo que debe prescribirse a todos los pacientes como recomiendan las distintas sociedades científicas.

Es necesario que sea personalizado, valorar a cada paciente para prescribir y combinar los ejercicios que debe realizar, puesto que, además, en muchos casos, pueden existir comorbilidades.

La actividad física se entiende como la suma de las actividades que cada persona ejecuta en la vida cotidiana. Debe efectuarse un ejercicio físico regular (andar, ejercicios dentro de agua...) y mejor sin carga cuando existe deterioro importante en las articulaciones de las extremidades inferiores. Estos ejercicios deben realizarse al menos 4 veces por semana, con una duración de cada sesión de al menos 30 minutos. Esto incluye, además, no estar sentado más de 6 horas seguidas al día. Si se cumplen estas premisas significará que una persona es físicamente activa y no sedentaria.

Pueden complementar este tratamiento conservador de forma paliativa, el tratamiento farmacológico: analgésicos, antiinflamatorios, etc., el tratamiento rehabilitador, o diversas infiltraciones: corticoides, ácido hialurónico, PRP (plasma rico en plaquetas o factores de crecimiento), células mesenquimales. Todos ellos encaminados a mejorar la calidad de vida y/o indicados en períodos de reagudización del dolor.

Si estos tratamientos fracasan es cuando nos podemos plantear el tratamiento quirúrgico, que, en función de la edad, de la afectación parcial o global de la artrosis de rodilla, disponemos de diferentes opciones quirúrgicas: osteotomías, prótesis parciales o totales.

Por Dr. Juan Ramón Amillo Jiménez
Traumatología

El Dr. Amillo es un reputado especialista en Traumatología y Cirugía Ortopédica. Cuenta con más de 30 años de experiencia en la profesión y una extensa formación en distintos campos de la especialidad. En concreto, es un gran experto en patología de rodilla, su abordaje mediante cirugía artroscópica (en meniscos, ligamentos y rótula), prótesis de rodilla, así como osteotomías, prótesis de cadera.

A lo largo de su trayectoria ha combinado su labor asistencial con una importante tarea investigadora y divulgativa, siendo miembro del comité de investigación, así como del comité de docencia y formación continuada del Hospital de Viladecans. Asimismo, también es autor y co-autor de numerosos artículos y publicaciones científicas de la especialidad, y ponente asiduo en congresos y reuniones.

En la actualidad ejerce como traumatólogo en las clínicas MTB y SMP.

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