Artroscopia de tobillo: la técnica mínimamente invasiva que mejora el postoperatorio
Escrito por:La artroscopia de tobillo es un procedimiento quirúrgico que se caracteriza por ser mínimamente invasivo. La artroscopia consiste en la introducción de un artroscopio en la articulación del tobillo a través de unas incisiones mínimas de unos cinco centímetros, denominadas portales.
Existen dos opciones de utilizar el artroscopio, por un lado el artroscopio convencional, de 4.5 mm de grosor o el de pequeñas articulaciones, de tan solo 2.7 mm. Se han descrito numerosos portales, siendo los más utilizados en el compartimento anterior el antero-medial y el antero-lateral, mientras que para el compartimento posterior se usa el transaquíleo y los paraquileos medial y lateral, justo a ambos lados del tendón.
¿Cuándo se recomienda una artroscopia?
Las indicaciones de la artroscopia son, entre varias, las siguientes:
- Extracción de cuerpos libres, es decir, extracción de fragmentos que se encuentran dentro de la articulación. Normalmente se trata de trocitos de hueso o de cartílago.
- Tratamiento del pinzamiento anterior y posterior del tobillo. En este caso se ha producido un choque o una colisión de las estructuras óseas o de la zona tendinosa en espacios estrechos, un hecho que limita la movilidad del tobillo a la vez que produce dolor.
- Sinovectomías en los casos de derrames articulares en el tobillo, así como posibles enfermedades inflamatorias, como por ejemplo la sinovitis o la artritis.
- Mejorar la reducción intraarticular en las fracturas que afectan a la articulación tibioastragalina y subastragalina.
- El tratamiento de las lesiones del cartílago articular, en el que se pueden hacer perforaciones, microfracturas, trasplante osteocondral… Se puede asociar a las llamadas terapias regenerativas, que utilizan plasma rico en plaquetas y/o células madre mesenquimales.
- Artrodesis artroscópica, que consiste principalmente en fijar la articulación del tobillo en casos severos de destrucción articular a nivel de varias articulaciones.
Se recomienda evitar la artroscopia de tobillo en aquellos casos en los que exista un edema importante en los tejidos que se asocie a trastornos de la vascularización o a una infección de las partes blandas.
Ventajas de la artroscopia
La principal ventaja de una artroscopia es que se trata de una técnica mínimamente invasiva, que apenas agrede a las estructuras y a los tejidos de la zona a tratar. A su vez, se trata de un procedimiento que de forma habitual no requiere anestesia general y que se realiza de forma ambulatoria, sin la necesidad de realizar un ingreso hospitalario.
Por su parte, cabe mencionar también que normalmente su postoperatorio es bastante cómodo, aunque todo varía de la intervención y de la zona tratada.
Para más información sobre la artroscopia, consultar con un especialista en Traumatología.