Video del Dr. Francisco Trujillo Berraquero
Ante una parada cardíaca lo primero que tenemos que establecer, si verdaderamente existe una parada cardíaca, tenemos que determinar si el paciente está respirando o no está respirando. Si el paciente no respira, lo primero que tenemos que hacer es pedir ayuda y llamar al 112 o al servicio de emergencias. Si hay dos personas uno debe de llamar, pedir ayuda e intentar localizar un desfibrilador, que es un aparato que generalmente está en los sitios públicos y debería de existir en todos los lugares donde se haga deporte y traerlo inmediatamente, porque el desfibrilador automático puede salvar muchas vidas y es de fácil utilización por cualquier persona aunque sea ajena a la profesión médica. Mientras tanto, ¿qué podemos hacer? Pues lo que tenemos que hacer es tumbar al paciente sobre una superficie dura y, si el paciente no respira y no da síntomas de vida, iniciar la reanimación cardiopulmonar. La reanimación cardiopulmonar la debemos de hacer colocando las manos sobre la parte baja del esternón y ejerciendo una compresión que haga que disminuya, o que el esternón baje, alrededor de 5 cm. Colocar las manos entrecruzadas, y presionar fuertemente con ayuda de los hombros con una frecuencia de 30 compresiones y dos respiraciones, es decir dos respiraciones boca boca.
En relación a las clases de pruebas que deben someterse un deportista para evitar la muerte súbita, varían dependiendo de dos circunstancias. La primera, si el deportista tiene síntomas o no tiene síntomas. Si el deportista tiene síntomas, es decir, presenta dolor en el pecho cuando hace ejercicio físico, tiene palpitaciones, ha perdido pues el conocimiento o se ahoga desproporcionadamente. Hay que hacer las pruebas necesarias para llegar a un diagnóstico final. Es muy diferente de lo que es el estudio pre participación deportiva en un deportista pues este es asintomático. ¿Qué tendríamos que realizar en estos casos? Pues en estos casos habría que realizar un electro, una prueba de esfuerzo, una ecocardiografía, incluso en ocasiones, una resonancia magnética para ver la estructura del corazón por dentro. Sin embargo, en los deportistas que están asintomáticos las guías de práctica clínica recomiendan realizar una historia clínica detallada, una exploración y un electrocardiograma. Esto ha demostrado ser especialmente útil en la detección precoz de muchas miocardiopatías que pueden dar a arritmias fatales y muerte súbita. Por ejemplo, en Italia, en un estudio del año 82 hasta ahora se ha logrado reducir simplemente incluyendo el electrocardiograma en lo que es la pauta de prevención del deportista, la muerte súbita se ha reducido en un 89%.
La causa de la muerte súbita varía dependiendo de la edad. Si nos referimos al deporte, en todos los estudios de medicina, en los mayores de 35 años, la principal causa de muerte súbita es la cardiopatía isquémica. La cardiopatía isquémica, como saben todos, es la obstrucción de una de las arterias del corazón, donde los factores de riesgo cardiovasculares están muy involucrados. Es decir, la existencia de una placa de ateroma que obstruye la luz del vaso. Esto es lo que produce la angina de pecho o lo que produce el infarto de miocardio. Esta es la primera causa de muerte súbita en el deportista mayor a 35 años en todos los países del mundo. Si nos atenemos a los deportistas menores de 35 años, las causas son mucho más diversas y heterogéneas. Y depende del lugar de origen. La mayoría de los casos la muerte súbita se va a producir por unas enfermedades que son las llamadas miocardiopatías, aunque un número menor de casos pueden existir afectación de los canales iónicos, que son las enfermedades llamadas canalopatias. Si atendemos a la sociedad española o europea, la principal causa de muerte súbita en pacientes jóvenes es la miocardiopatía arritmogénica, que es una infiltración de grasa del corazón, o la miocardiopatia hipertrófica que es el corazón agrandado y más grueso de lo habitual, favorecedor de la producción de arritmias letales.
La muerte súbita se puede prevenir trabajando en dos aspectos y así lo han demostrado los diferentes estudios en medicina. Por un lado en la prevención, realizando reconocimientos médicos a aquellas personas que pueden estar en riesgo, o que tienen factores de riesgo. Por otro, lado realizando una reanimación cardiopulmonar eficaz y precoz. Esto se ha demostrado fundamental para salvar la vida de muchas personas.
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