Beneficios de la ozonoterapia para paliar los síntomas de la fibromialgia
Autore:La fibromialgia es una enfermedad que se caracteriza, básicamente, por la presencia de dolor crónico continuo, muchas veces insoportable en varios puntos del cuerpo y que se acompaña, en la mayoría de los casos, de cansancio, alteraciones del sueño, contracturas musculares, mareos y, a veces, palpitaciones, ansiedad o cambios en estado anímico.
A quién afecta la fibromialgia y cómo se distingue de otras patologías
Habitualmente se trata de mujeres de entre 45 y 55 años que presentan dolor generalizado y crónico. Esta es una enfermedad que no dispone de pruebas especificas para su diagnóstico por lo que llegamos a él por descarte de otras patologías.
Cuándo se recomienda la ozonoterapia para tratar la fibromialgia y en qué consiste
Debido a que es una enfermedad de la que se desconoce la causa no se puede actuar médicamente sobre ella. Esto lleva a tener que tratar los síntomas que presenta cada paciente. Cuando la fibromialgia afecte a la calidad de vida de la persona es cuando debe encontrarse un tratamiento que mejore la situación del paciente. La ozonoterapia está indicada en estos casos.
El tratamiento con ozonoterapia irá encaminado a disminuir el dolor y la sensación de cansancio o fatiga que refieren las personas con fibromialgia. Se emplea por parte del especialista en Ozonoterapia mediante infiltración en los puntos dolorosos y, en ocasiones, en forma sistémica o autohemoterapia, cuando se quiere mejorar y disminuir la sensación de fatiga o cansancio de estos pacientes.
Efectos de la ozonoterapia en el organismo del paciente con fibromialgia
La infiltración de oxígeno-ozono en los puntos dolorosos tiene un efecto analgésico y antiinflamatorio. Si hay contracturas musculares asociadas actúa también como relajante muscular. La autohemoterapia mejora el estado general de la persona con fibromialgia y disminuye la sensación de cansancio.
Resultados de la ozonoterapia para la fibromialgia
La mejoría de los pacientes con fibromialgia depende de un plan terapéutico personalizado que combinará la ozonoterapia fundamentalmente con la terapia psicológica, la fisioterapia, ejercicio físico moderado y, si es preciso, el tratamiento farmacológico. Hay que procurar reservar los fármacos para tratar los momentos de crisis de dolor o ansiedad y retirarlos en cuanto los pacientes mejoren, pasando entonces a tratamientos no agresivos como la ozonoterapia.
