¿Sabías que hay personas que temen el período vacacional?

¿Sabías que hay personas que temen el período vacacional? Aunque para muchos de nosotros pueda parecer increíble, hay personas que empiezan a padecer estrés cuando se acercan días de vacaciones.

Los períodos de descanso son muy beneficiosos para nuestra salud mental. Nos ayudan a reconectar con aquello que es realmente importante para nosotros; Para algunos esto sería dedicar más tiempo a sus seres queridos o tener más planes sociales y familiares; Y para otros, dedicar tiempo a sus aficiones.

El tiempo de ocio nos equilibra mentalmente, pone a punto los niveles de energía, y aumenta el estado de ánimo. Aun así, hay personas a las que les cuesta desconectar.

¿Qué rasgos tienen esas personas?

• Personas con rasgos obsesivos:

El perfeccionista, el hiperexigente, el que tiene una gran necesidad de tenerlo todo controlado. Son personas que les cuesta un gran trabajo desconectar de su rutina diaria. Sienten que su mundo está bajo control cuando están inmersos en el trabajo o en sus rutinas fuera de él.

Cuando estas personas están obligadas a parar, lo hacen con sufrimiento. Algunas, incluso no lo hacen si no tienen presión externa. Son los atareados, los que nunca pueden cogerse unos días de vacaciones porque les cuesta dejar su trabajo y rutina de lado.

• Personas con poca capacidad de adaptación:

Este tipo de personas, sufren con los cambios y los imprevistos. No se manejan bien en la espontaneidad. Cuando salimos de la rutina, nos tenemos que enfrentar a otro tipo de situaciones que estas personas no manejan bien. Por ejemplo, qué hacer si el restaurante donde íbamos a ir a comer está lleno.

• Personas con poca capacidad de disfrute:

Son aquellos que con lo que realmente se sienten felices es trabajando o manteniendo su rutina diaria. Carecen de hobbies y, para ellos ser productivos es lo primordial.

• Personas con dificultades sociales o de pareja:

En las vacaciones emergen muchos problemas de pareja que el día a día se encarga de tapar por falta de tiempo. Cuando una pareja tiene más tiempo para estar juntos, si no están bien, ese malestar se hace más evidente.

Así mismo, los problemas para relacionarse van a emerger con más fuerza cuando la persona no tiene que ir al trabajo. Si las dificultades para relacionarse son muy evidentes, esta persona sufrirá si se ve ante la perspectiva de no poder refugiarse en su trabajo.

¿Qué podemos hacer?

En realidad, se debería empezar por trabajar en los factores anteriormente citados antes de que llegue un período vacacional. De ese modo, cuando el período de descanso venga, será todo más fácil, y podremos cambiar el estrés por ilusión.

Aun así, es importante hacer algunas cosas como, por ejemplo:

• No dejar cosas pendientes antes de que lleguen los días de fiesta.
• Aprender a confiar en compañeros de trabajo y delegar lo que se pueda.
• No querer tener el control de todo.
• No planificar unas vacaciones “estándar”, hacer lo que realmente queremos hacer, sin compararnos con nadie.