¿Qué es la varicela?

La varicela es una enfermedad infecciosa que afecta principalmente a niños menores de 12 años. Es una patología muy contagiosa que se transmite por contacto (tos, estornudo, comida, etc.) y que se presenta de forma más agresiva si es contraída por adultos.

Las etapas de la varicela

Desde la aparición de las primeras manchas, en la forma común, la varicela dura de 7 a 14 días y el curso de la enfermedad se divide en tres fases:

• Período de incubación y fase prodrómica. El período de incubación puede durar de 13 a 17 días, mientras que la fase prodrómica o el momento en que pueden aparecer fiebre, pérdida de apetito, tos y malestar general, dura aproximadamente 48 horas.
• Fase exantemática. Es la fase donde aparecen las manchas: inicialmente planas, en unas pocas horas (6-8) se llenan de líquido y en solo 24 horas estas vesículas se volverán transparentes a opalescentes. La aparición de las manchas se produce en "ondas" y su aparición puede ir acompañada de picazón más o menos intensa. Además, en caso de complicaciones, las vesículas pueden infectarse y presentarse con pus.
• Fase de remisión. Es la fase en la cual las vesículas se convierten en costras, que luego se secan y se desprenden, estableciendo así el final de la enfermedad. Este proceso puede durar de 7 a 20 días y deja cicatrices solo si el paciente, al rascarse, despega las costras antes de que se curen por completo.

Síntomas de la varicela

El síntoma más obvio de la varicela es la aparición de manchas rojas, inicialmente planas y luego elevadas, seguidas de la formación de pequeñas ampollas. Especialmente en niños, la aparición de las manchas puede anticiparse o ir acompañada de fiebre.

¿Cuáles son las causas de la varicela?

La varicela es causada por el virus herpético llamado Varicela Zoster (VZV) que afecta solo al cuerpo humano y se transmite por contacto con el sarpullido, aunque también podría propagarse a través de la tos o estornudos de una persona con varicela, ya que podríamos inhalar las gotas que se encuentran en el aire.

¿En qué consiste el análisis de varicela?

El análisis de varicela se enfoca en detectar la presencia de anticuerpos específicos contra el virus varicela-zóster en la sangre del paciente. Se solicita cuando se sospecha de la presencia de la enfermedad, especialmente si el paciente presenta síntomas característicos como erupciones cutáneas con picazón y fiebre.

Idealmente, el análisis se realiza dentro de los primeros días de la aparición de los síntomas, aunque también puede llevarse a cabo en etapas posteriores de la enfermedad. Se requiere una muestra de sangre del paciente para realizar el análisis.

¿Cuáles son los valores normales?

Los valores normales pueden variar según el método utilizado en el laboratorio, pero generalmente se considera que tener una concentración de anticuerpos IgG contra el virus varicela-zóster por encima de cierto umbral indica inmunidad o exposición previa al virus.

Valores normales (ejemplo):

¿Se puede prevenir?

Dada la fácil transmisión de la varicela, la única forma de prevenir esta patología es mediante la vacunación. Para los niños nacidos después de 2015 es gratis y es obligatorio inscribirse en la escuela.

Tratamientos de varicela

En la mayoría de los casos, la varicela se cura espontáneamente en unas pocas semanas. Las complicaciones, de hecho, surgen solo si el paciente sufre de bajas defensas inmunitarias (causadas, por ejemplo, por la quimioterapia, la ingesta de inmunosupresores o cortisona y en sujetos infectados por el VIH).

Posibles complicaciones

Aunque la varicela es una enfermedad leve, en ciertos casos, puede llegar a ser de gravedad y causar complicaciones como:

• Infecciones bacterianas en los tejidos, huesos, sangre o articulaciones.
• Deshidratación.
• Neumonía.
• Encefalitis.
• Síndrome de choque tóxico.
• Síndrome de Reye en niños que tomen aspirina teniendo varicela.
• Muerte.

¿Con qué especialista contactar?

En el caso de la varicela contraída por niños y adolescentes, es necesario contactar al pediatra.