Tratamiento y diagnóstico por fallo de implantación

 

Índice

  1. ¿Qué es un fallo de implantación?
  2. Pruebas para diagnosticar el fallo de implantación
  3. Causas del fallo de implantación
  4. Tratamientos del fallo de implantación
  5. ¿Quién trata el fallo de implantación?

 

¿Qué es un fallo de implantación?

Para que se produzca la implantación embrionaria, es necesario que se produzca una adhesión del embrión fecundado al endometrio. Se trata de un proceso complejo pero fundamental para que el embarazo se consiga con éxito.

 

Para que este proceso se consiga de forma exitosa, es necesario que el embrión sea apto, el endometrio se encuentre en estado receptivo y que exista una integración entre ambas partes. Un fallo de implantación se trata de una situación en que se han intentado realizar al menos dos ciclos de Fecundación in Vitro (FIV) sin alcanzar el éxito.

 

Pruebas para diagnosticar el fallo de implantación

Existen una serie de estudios y pruebas que se pueden utilizar para tratar de conocer el motivo o la causa del fallo de implantación. Las pruebas realizables son las siguientes:

Durante el embarazo se pueden producir
fallos de implantación por diversos motivos

 

Causas del fallo de implantación

Un porcentaje de mujeres no consiguen el embarazo a pesar de realizar tratamientos de Reproducción Asistida. La no consecución del embarazo puede estar causada por un fallo a la hora de implantarse el embrión en el endometrio en estadio receptivo.

 

En función de cada caso particular, las causas pueden ser alguna de las siguientes:

  • Anomalías de tipo cromosómico del embrión.
  • Anomalías cromosómicas por parte de los progenitores.
  • La receptividad del endometrio: un endometrio se encuentra en un estado receptivo en el momento en el que está preparado para recibir al embrión. En este caso, el momento óptimo se da entre el día 19 y el día 21 del ciclo menstrual, es decir, entre los días cinco y seis días de la postovulación. No obstante, cada caso debe analizarse particularmente, ya que el ciclo no es igual en todas las mujeres.
  • Existen patologías en los genitales femeninos y aparato reproductor femenino: en este caso son muchas las posibilidades existentes, pero las más importantes serían la endometriosis, una tuberculosis genital, la presencia de pólipos en el aparato urogenital femenino, miomas uterinos...
  • Hábitos de vida: los hábitos de vida, como el consumo de tabaco, pueden producir alteraciones hormonales y afectan a la reserva ovárica de la mujer.
  • Sobrepeso: puede producir algunas alteraciones en el sistema endocrino.
  • Trombofilias: se trata de otro factor que puede reducir la capacidad receptiva del endometrio. En este caso, los trombos producidos evitan el correcto flujo sanguíneo, por lo que obstaculiza que prospere el tejido endometrial.
  • Edad: si la edad de la mujer es demasiado alta.

 

Tratamientos del fallo de implantación

Una primera opción a realizar sería llevar a cabo un estudio genético de los progenitores. Gracias a este test es posible identificar la existencia de posibles problemas en genes de los padres.

 

En otras ocasiones se puede llevar a cabo un Diagnóstico Genético Preimplantacional (DGP). No obstante, debe seleccionarse bien al paciente, ya que se trata de una técnica agresiva que afecta al entorno del embrión. El DGP es de una técnica que posibilita el estudio genético del embrión antes de que este se transfiera al útero de la madre.

 

Existe un número importante de tratamientos que se pueden realizar en estos casos. No obstante, para elegir uno u otro e necesario conocer exactamente el motivo que provoca el fallo de implantación. En esta línea, si el problema fuese la presencia de un factor anatómico, como un pólipo, la realización de una histeroscopia quirúrgica permitiría reseccionarlo. Si existiesen problemas tiroideos, los fármacos serían un tratamiento adecuado, al igual que en casos de formación de trombos y coagulación sanguínea.

 

Para una correcta implantación embrionaria no solo necesitamos embriones de óptima calidad, sino también una adecuada preparación endometrial. Hay pacientes en las que conseguir un crecimiento adecuado de endometrio no es sencillo. Hasta ahora disponíamos de distintas estrategias destinadas a ayudarnos el adecuado crecimiento endometrial como por ejemplo adiro, pentoxifilina, sildenafilo, estrógenos a dosis elevadas, etc. pero existen aún casos en los que el endometrio es refractario a todos estos tratamientos.

Es precisamente para estos casos, tanto endometrio refractario como fallo de implantación, donde el tratamiento con PRP ha demostrado su utilidad. Con esta sencilla terapia en la que se utilizar la propia sangre de la paciente, conseguimos un mejor crecimiento del endometrio y una mejora en las tasas de implantación embrionaria.

El plasma rico en plaquetas se administra directamente en el endometrio. Las inoculaciones se llevan a cabo durante el período de preparación endometrial para la transferencia embrionaria. Se aplica mediante una cánula de transferencia embrionaria a través del cuello uterino en la consulta y no es precisa preparación previa, anestesia o reposo posterior.

Esta fracción del plasma es rica en distintas sustancias que contribuyen a angiogénesis y regeneración tisular y mejoran las condiciones de receptividad del endometrio. Al ser plasma de la propia paciente no existen prácticamente contraindicaciones para el proceso.

  • Indicaciones:

- Fallo de implantación no explicado

- Escaso o inadecuado desarrollo endometrial

- Síndrome de Ashermann

                     - Antecedente de intervenciones uterinas sobre endometrio: legrados,        histeroscopias...

 

¿Quién trata el fallo de implantación?

El encargado de tratar y diagnosticar los fallos de implantación es el especialista en Reproducción Asistida.

21-09-2023
Top Doctors

Tratamiento y diagnóstico por fallo de implantación

Dr. Francisco Anaya Blanes - Reproducción asistida

Creado el: 26-02-2013

Editado el: 21-09-2023

 

Índice

  1. ¿Qué es un fallo de implantación?
  2. Pruebas para diagnosticar el fallo de implantación
  3. Causas del fallo de implantación
  4. Tratamientos del fallo de implantación
  5. ¿Quién trata el fallo de implantación?

 

¿Qué es un fallo de implantación?

Para que se produzca la implantación embrionaria, es necesario que se produzca una adhesión del embrión fecundado al endometrio. Se trata de un proceso complejo pero fundamental para que el embarazo se consiga con éxito.

 

Para que este proceso se consiga de forma exitosa, es necesario que el embrión sea apto, el endometrio se encuentre en estado receptivo y que exista una integración entre ambas partes. Un fallo de implantación se trata de una situación en que se han intentado realizar al menos dos ciclos de Fecundación in Vitro (FIV) sin alcanzar el éxito.

 

Pruebas para diagnosticar el fallo de implantación

Existen una serie de estudios y pruebas que se pueden utilizar para tratar de conocer el motivo o la causa del fallo de implantación. Las pruebas realizables son las siguientes:

Durante el embarazo se pueden producir
fallos de implantación por diversos motivos

 

Causas del fallo de implantación

Un porcentaje de mujeres no consiguen el embarazo a pesar de realizar tratamientos de Reproducción Asistida. La no consecución del embarazo puede estar causada por un fallo a la hora de implantarse el embrión en el endometrio en estadio receptivo.

 

En función de cada caso particular, las causas pueden ser alguna de las siguientes:

  • Anomalías de tipo cromosómico del embrión.
  • Anomalías cromosómicas por parte de los progenitores.
  • La receptividad del endometrio: un endometrio se encuentra en un estado receptivo en el momento en el que está preparado para recibir al embrión. En este caso, el momento óptimo se da entre el día 19 y el día 21 del ciclo menstrual, es decir, entre los días cinco y seis días de la postovulación. No obstante, cada caso debe analizarse particularmente, ya que el ciclo no es igual en todas las mujeres.
  • Existen patologías en los genitales femeninos y aparato reproductor femenino: en este caso son muchas las posibilidades existentes, pero las más importantes serían la endometriosis, una tuberculosis genital, la presencia de pólipos en el aparato urogenital femenino, miomas uterinos...
  • Hábitos de vida: los hábitos de vida, como el consumo de tabaco, pueden producir alteraciones hormonales y afectan a la reserva ovárica de la mujer.
  • Sobrepeso: puede producir algunas alteraciones en el sistema endocrino.
  • Trombofilias: se trata de otro factor que puede reducir la capacidad receptiva del endometrio. En este caso, los trombos producidos evitan el correcto flujo sanguíneo, por lo que obstaculiza que prospere el tejido endometrial.
  • Edad: si la edad de la mujer es demasiado alta.

 

Tratamientos del fallo de implantación

Una primera opción a realizar sería llevar a cabo un estudio genético de los progenitores. Gracias a este test es posible identificar la existencia de posibles problemas en genes de los padres.

 

En otras ocasiones se puede llevar a cabo un Diagnóstico Genético Preimplantacional (DGP). No obstante, debe seleccionarse bien al paciente, ya que se trata de una técnica agresiva que afecta al entorno del embrión. El DGP es de una técnica que posibilita el estudio genético del embrión antes de que este se transfiera al útero de la madre.

 

Existe un número importante de tratamientos que se pueden realizar en estos casos. No obstante, para elegir uno u otro e necesario conocer exactamente el motivo que provoca el fallo de implantación. En esta línea, si el problema fuese la presencia de un factor anatómico, como un pólipo, la realización de una histeroscopia quirúrgica permitiría reseccionarlo. Si existiesen problemas tiroideos, los fármacos serían un tratamiento adecuado, al igual que en casos de formación de trombos y coagulación sanguínea.

 

Para una correcta implantación embrionaria no solo necesitamos embriones de óptima calidad, sino también una adecuada preparación endometrial. Hay pacientes en las que conseguir un crecimiento adecuado de endometrio no es sencillo. Hasta ahora disponíamos de distintas estrategias destinadas a ayudarnos el adecuado crecimiento endometrial como por ejemplo adiro, pentoxifilina, sildenafilo, estrógenos a dosis elevadas, etc. pero existen aún casos en los que el endometrio es refractario a todos estos tratamientos.

Es precisamente para estos casos, tanto endometrio refractario como fallo de implantación, donde el tratamiento con PRP ha demostrado su utilidad. Con esta sencilla terapia en la que se utilizar la propia sangre de la paciente, conseguimos un mejor crecimiento del endometrio y una mejora en las tasas de implantación embrionaria.

El plasma rico en plaquetas se administra directamente en el endometrio. Las inoculaciones se llevan a cabo durante el período de preparación endometrial para la transferencia embrionaria. Se aplica mediante una cánula de transferencia embrionaria a través del cuello uterino en la consulta y no es precisa preparación previa, anestesia o reposo posterior.

Esta fracción del plasma es rica en distintas sustancias que contribuyen a angiogénesis y regeneración tisular y mejoran las condiciones de receptividad del endometrio. Al ser plasma de la propia paciente no existen prácticamente contraindicaciones para el proceso.

  • Indicaciones:

- Fallo de implantación no explicado

- Escaso o inadecuado desarrollo endometrial

- Síndrome de Ashermann

                     - Antecedente de intervenciones uterinas sobre endometrio: legrados,        histeroscopias...

 

¿Quién trata el fallo de implantación?

El encargado de tratar y diagnosticar los fallos de implantación es el especialista en Reproducción Asistida.

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