¿Qué son las pápulas perladas?

Las pápulas perladas o por su nombre científico hirsuties papillaris genitalis, también denominadas angiomifibromas genitales, son excrecencias benignas que se producen en el órgano genital masculino y, en menor medida, en el femenino. Se caracterizan por ser unas protuberancias pequeñas de 1 milímetro aproximadamente, de color blanco que sobresalen en la corona del glande, y que también es frecuente que aparezcan a los lados del frenillo.

Esta condición del pene no está relacionada con ninguna enfermedad de transmisión sexual, pero se puede confundir con alguna enfermedad o condición de higiene o hábitos sexuales.

A menudo, son asintomáticas, pero también pueden ser más evidentes al aumentar de tamaño y adquirir un color rosa perlado.

La incidencia de esta afección afecta aproximadamente al 20-30% de la población masculina.

Pronóstico de la enfermedad

Las pápulas perladas no son un síntoma de ninguna enfermedad que pueda afectar la salud del individuo, son simplemente una imperfección estética, que puede resolverse mediante distintas técnicas. Así mismo, pueden hacerse más visibles en aquellos varones a los que no se les ha realizado la circuncisión.

En ocasiones, las pápulas perladas se hacen más evidentes al llegar a la pubertad, aunque también pueden perdurar toda la vida sin ningún tipo de afección.

Síntomas de las pápulas perladas

Las pápulas perladas son pequeñas excrecencias de alrededor de 1mm con una forma redondeada y el color puede variar de un rosa pálido al blanco perlado. Por lo general, se presentan en la base del glande en el hombre o en la vulva en la mujer. No provocan ni irritaciones ni de procesos infecciosos, y no son contagiosas.

Suelen aparecer como granitos blancos similares a los granos o a las verrugas, de color rosado o blanquecino, pero más allá de eso, no habrá la aparición de ningún efecto secundario ni tampoco serán dolorosas.

Pruebas médicas para las pápulas perladas

El diagnóstico se realiza a través de un simple examen objetivo por parte del especialista, que se encargará de descartar la presencia de posibles enfermedades venéreas, como condilomas o moluscos contagiosos, generalmente acompañados de prurito e infecciones.

¿Cuáles son las causas de las pápulas perladas?

Por ahora no está claro el origen de este trastorno antiestético. Lo que está claro es que no son el síntoma de ninguna enfermedad venérea, ni de una infección bacteriana, ni de un hongo. Incluso, en ocasiones, pueden ser congénitas y que luego vayan desapareciendo con el tiempo o, por el contrario, al llegar a la edad adulta, pueden aumentar su tamaño.

¿Se puede prevenir?

Como bien hemos comentado, al no ser ningún tipo de enfermedad contagiosa o patología, las pápulas no se pueden prevenir.

Tratamientos para las pápulas perladas

A pesar de la gran incomodidad que provocan en los hombres por su apariencia, las pápulas perladas no constituyen un problema de salud, sino solamente estético. Los tratamientos disponibles para eliminarlas tienen por lo tanto el propósito de mejorar la estética de la piel del órgano genital afectado. Las técnicas más efectivas para eliminarlos pasan por eliminar el tejido prominente de la zona:

• El láser CO₂, que elimina todas las pápulas en una sola sesión en menos de media hora.
• La electrocoagulación, que a través de una aguja eléctrica envía un impulso eléctrico que destruye cada pápula, sin efectos secundarios ni dolor.
• La crioterapia, que utiliza nitrógeno líquido para secar las pápulas que luego caerán naturalmente.
• El curetaje o la eliminación quirúrgica del problema.

¿Qué especialista lo trata?

Los especialistas que se encargan de diagnosticar y tratar este trastorno son el dermatólogo, el andrólogo, el urólogo y el ginecólogo.