Nutrición preventiva

 

¿Qué es la nutrición preventiva?

La nutrición preventiva es una herramienta eficaz para frenar o disminuir la aparición de enfermedades que aparecen como respuesta a una deficiencia o mal hábito alimenticio. De esta manera, la nutrición preventiva sirve para educar al individuo para que adquiera una forma sana de comer, de cuidar su cuerpo y evitar la presencia de enfermedades no deseadas, estrechamente relacionadas con la ingesta.

La nutrición preventiva reeduca al individuo para que adquiera buenos hábitos alimenticios - Top Doctors
La nutrición preventiva reeduca al individuo para que adquiera buenos hábitos alimenticios

¿Por qué se realiza? 

La nutrición preventiva se realiza para detectar, estudiar y corregir errores tanto en la alimentación como en los hábitos alimenticios de las personas. De esta forma se les educará para adquirir buenos hábitos y así evitar enfermedades relacionadas con una mala alimentación. En este sentido, en los últimos años se ha dado un incremento de isquemia coronaria, hipertensión, cáncer, diabetes, cirrosis, osteoporosis u obesidad que, a su vez, son patologías que ocupan los primeros lugares de mortalidad en el mundo occidental. Las evidencias científicas han demostrado que las grasas saturadas, el azúcar, la sal y el alcohol son sustancias que deben moderarse. De ahí que sea necesaria una reeducación poblacional en relación con los hábitos alimentarios y de mejora de la salud pública. 

 

¿En qué consiste? 

La nutrición preventiva consiste en una serie de planes alimentarios para niños, jóvenes y adultos con el objetivo de enseñar a diseñar una dieta personalizada y adecuada a cada individuo. Para poder vivir y alimentarnos correctamente, y que el organismo funcione de forma óptima, debemos aportar los nutrientes que necesita. Así, no es únicamente necesario calmar el hambre con “cosas que se comen o beben” sino que deben ingerirse los alimentos en base a las necesidades y gustos, para que éstos aporten los nutrientes que necesita el cuerpo. 

Además, gracias a la nutrición preventiva podrán conseguirse ciertos propósitos: 

  • Solucionar molestias digestivas: acidez, mala digestión, flatulencias, estreñimiento, intolerancias alimenticias, etc. 
  • Prevenir y corregir problemas sanguíneos como la anemia
  • Retrasar patologías óseas, tales como la osteoporosis. 
  • Ser de ayuda en enfermedades degenerativas, ya que una alimentación adecuada influye en el organismo en su conjunto. 
  • Regular y mejorar problemas como el estrés o la ansiedad
  • Reducir problemas de insomnio
  • Evitar otras patologías como la obesidad y la aparición de enfermedades que se derivan como la diabetes, algunos cánceres como el de colon, y patologías cardiovasculares como el colesterol o la hipertensión. 

 

Preparación para la nutrición preventiva 

Hay que tener en cuenta que durante las diferentes etapas de la vida las necesidades nutricionales serán distintas, por lo que no existe una dieta definitiva ni un patrón que deba seguirse de forma fija. Asimismo, la dieta varía según la estación del año en la que nos encontremos. Tampoco existen alimentos perfectos, por lo que el especialista en Nutrición y Dietética deberá estudiar los síntomas y hábitos alimenticios del paciente para poder estudiar también posibles intolerancias o problemas del aparato digestivo. Siempre es esencial la visita al especialista previamente para realizar cualquier prueba necesaria. Cuidados tras la intervención No es necesario ningún cuidado específico tras la nutrición preventiva. Es más, una buena educación nutricional y una cultura alimentaria acompañarán al paciente toda la vida y le ayudarán a elegir correctamente los alimentos, con las propiedades nutricionales adecuadas para su organismo. Una buena nutrición, así como reducir hábitos nocivos, realizar actividad física y descansar correctamente se traducirá en una buena salud. 

 

Alternativas a este tratamiento 

Algunas alternativas a la nutrición preventiva podrían ser la dietética o el control de peso, así como algunos tipos de dieta específicas para problemas de salud concretos: dieta diabetes, dieta menopausia, dieta post-cirugía digestiva, dieta para el colesterol, entre otras. No obstante, no son tratamientos que deban excluir a la nutrición preventiva, sino que quizás pueden complementarse entre sí. El especialista en Nutrición y Dietética lo indicará en cada caso.

21-09-2023
Top Doctors

Nutrición preventiva

Mónica Herrero Martínez - Nutrición y Dietética

Creado el: 13-11-2012

Editado el: 21-09-2023

 

¿Qué es la nutrición preventiva?

La nutrición preventiva es una herramienta eficaz para frenar o disminuir la aparición de enfermedades que aparecen como respuesta a una deficiencia o mal hábito alimenticio. De esta manera, la nutrición preventiva sirve para educar al individuo para que adquiera una forma sana de comer, de cuidar su cuerpo y evitar la presencia de enfermedades no deseadas, estrechamente relacionadas con la ingesta.

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La nutrición preventiva reeduca al individuo para que adquiera buenos hábitos alimenticios

¿Por qué se realiza? 

La nutrición preventiva se realiza para detectar, estudiar y corregir errores tanto en la alimentación como en los hábitos alimenticios de las personas. De esta forma se les educará para adquirir buenos hábitos y así evitar enfermedades relacionadas con una mala alimentación. En este sentido, en los últimos años se ha dado un incremento de isquemia coronaria, hipertensión, cáncer, diabetes, cirrosis, osteoporosis u obesidad que, a su vez, son patologías que ocupan los primeros lugares de mortalidad en el mundo occidental. Las evidencias científicas han demostrado que las grasas saturadas, el azúcar, la sal y el alcohol son sustancias que deben moderarse. De ahí que sea necesaria una reeducación poblacional en relación con los hábitos alimentarios y de mejora de la salud pública. 

 

¿En qué consiste? 

La nutrición preventiva consiste en una serie de planes alimentarios para niños, jóvenes y adultos con el objetivo de enseñar a diseñar una dieta personalizada y adecuada a cada individuo. Para poder vivir y alimentarnos correctamente, y que el organismo funcione de forma óptima, debemos aportar los nutrientes que necesita. Así, no es únicamente necesario calmar el hambre con “cosas que se comen o beben” sino que deben ingerirse los alimentos en base a las necesidades y gustos, para que éstos aporten los nutrientes que necesita el cuerpo. 

Además, gracias a la nutrición preventiva podrán conseguirse ciertos propósitos: 

  • Solucionar molestias digestivas: acidez, mala digestión, flatulencias, estreñimiento, intolerancias alimenticias, etc. 
  • Prevenir y corregir problemas sanguíneos como la anemia
  • Retrasar patologías óseas, tales como la osteoporosis. 
  • Ser de ayuda en enfermedades degenerativas, ya que una alimentación adecuada influye en el organismo en su conjunto. 
  • Regular y mejorar problemas como el estrés o la ansiedad
  • Reducir problemas de insomnio
  • Evitar otras patologías como la obesidad y la aparición de enfermedades que se derivan como la diabetes, algunos cánceres como el de colon, y patologías cardiovasculares como el colesterol o la hipertensión. 

 

Preparación para la nutrición preventiva 

Hay que tener en cuenta que durante las diferentes etapas de la vida las necesidades nutricionales serán distintas, por lo que no existe una dieta definitiva ni un patrón que deba seguirse de forma fija. Asimismo, la dieta varía según la estación del año en la que nos encontremos. Tampoco existen alimentos perfectos, por lo que el especialista en Nutrición y Dietética deberá estudiar los síntomas y hábitos alimenticios del paciente para poder estudiar también posibles intolerancias o problemas del aparato digestivo. Siempre es esencial la visita al especialista previamente para realizar cualquier prueba necesaria. Cuidados tras la intervención No es necesario ningún cuidado específico tras la nutrición preventiva. Es más, una buena educación nutricional y una cultura alimentaria acompañarán al paciente toda la vida y le ayudarán a elegir correctamente los alimentos, con las propiedades nutricionales adecuadas para su organismo. Una buena nutrición, así como reducir hábitos nocivos, realizar actividad física y descansar correctamente se traducirá en una buena salud. 

 

Alternativas a este tratamiento 

Algunas alternativas a la nutrición preventiva podrían ser la dietética o el control de peso, así como algunos tipos de dieta específicas para problemas de salud concretos: dieta diabetes, dieta menopausia, dieta post-cirugía digestiva, dieta para el colesterol, entre otras. No obstante, no son tratamientos que deban excluir a la nutrición preventiva, sino que quizás pueden complementarse entre sí. El especialista en Nutrición y Dietética lo indicará en cada caso.

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