Láser

 

¿Qué es el láser?

El láser es una tecnología que utiliza una luz muy intensa, que puede generar efectos muy definidos cuando reacciona con algún punto en el entorno. Convierte la energía eléctrica en fuentes de alto rendimiento en labores muy específicas. Por ello, en medicina se ha aplicado desde prácticamente los inicios de su invención y su futuro es muy prometedor en todas las áreas de diagnóstico y terapéuticas.
 

El láser transmite calor y un efecto fototérmico


¿Para qué sirve?

Se recurre al láser para buscar la interacción de este tipo de luz con el tejido, transmitiéndole calor y un efecto fototérmico. En el caso de la depilación, por ejemplo, el calor provoca la destrucción del folículo piloso, evitando el crecimiento del vello.

Por otro lado, el láser ha supuesto un gran avance en urología, ya que permite el uso del láser verde en la hiperplasia benigna de próstata de forma mínimamente invasiva. También, se utiliza para la cirugía de cataratas, tratamiento de varices, hiperhidrosis (sudoración excesiva), eliminación de verrugas y para el rejuvenecimiento cutáneo.

En odontología, se emplea para tratar las encías inflamadas, eliminar lesiones orales o para la preparación de tejido para prótesis dentales. El uso del láser en tratamientos odontológicos permite reducir el dolor, minimizar el sangrado y acelerar la cicatrización. 

Asimismo, el láser se aplica para reducir la celulitis, eliminando acúmulos grasos y favoreciendo la elasticidad en la piel. También ayuda a eliminar manchas cutáneas, tatuajes y cicatrices.
 

¿En qué consiste?

La luz utilizada en medicina es monocromática, unidireccional y de alta brillantez, la que la distingue de otras fuentes de luz.

Existen diferentes tipos de láser, diferenciándose sobre todo en el medio en el que se genera la emisión:

  • Gas (láser de CO2).
  • Sólido (neodimio-yag; alejandrita).
  • Líquido (colorantes).
  • Semiconductores (diodos).

Cada uno emite una determinada longitud de onda, que influye en la capacidad de penetración del láser y, en consecuencia, en la selectividad hacia diferentes componentes de los tejidos, como la melanina, hemoglobina y agua.
 

Preparación para el láser

Antes de someterse a un tratamiento con láser, es importante aplicar sistemas de enfriamiento (aire frío, geles, etc.) para proteger la piel de posibles quemaduras. Asimismo, el especialista en Dermatología aconseja acudir a la sesión con la piel limpia y sin productos cosméticos aplicados.
 

Cuidados tras la intervención

No hay indicaciones concretas, pero tras la intervención en algunos casos puede provocar sangrado, dolor y la formación de cicatrices. Aunque cabe destacar que la recuperación de la cirugía mediante láser es mucho más rápida que otras técnicas.

21-09-2023
Top Doctors

Láser

Dra.Prof. Silvia Pérez Gala - Dermatología

Creado el: 13-11-2012

Editado el: 21-09-2023

Editado por: Cristina Pérez del Campo

 

¿Qué es el láser?

El láser es una tecnología que utiliza una luz muy intensa, que puede generar efectos muy definidos cuando reacciona con algún punto en el entorno. Convierte la energía eléctrica en fuentes de alto rendimiento en labores muy específicas. Por ello, en medicina se ha aplicado desde prácticamente los inicios de su invención y su futuro es muy prometedor en todas las áreas de diagnóstico y terapéuticas.
 

El láser transmite calor y un efecto fototérmico


¿Para qué sirve?

Se recurre al láser para buscar la interacción de este tipo de luz con el tejido, transmitiéndole calor y un efecto fototérmico. En el caso de la depilación, por ejemplo, el calor provoca la destrucción del folículo piloso, evitando el crecimiento del vello.

Por otro lado, el láser ha supuesto un gran avance en urología, ya que permite el uso del láser verde en la hiperplasia benigna de próstata de forma mínimamente invasiva. También, se utiliza para la cirugía de cataratas, tratamiento de varices, hiperhidrosis (sudoración excesiva), eliminación de verrugas y para el rejuvenecimiento cutáneo.

En odontología, se emplea para tratar las encías inflamadas, eliminar lesiones orales o para la preparación de tejido para prótesis dentales. El uso del láser en tratamientos odontológicos permite reducir el dolor, minimizar el sangrado y acelerar la cicatrización. 

Asimismo, el láser se aplica para reducir la celulitis, eliminando acúmulos grasos y favoreciendo la elasticidad en la piel. También ayuda a eliminar manchas cutáneas, tatuajes y cicatrices.
 

¿En qué consiste?

La luz utilizada en medicina es monocromática, unidireccional y de alta brillantez, la que la distingue de otras fuentes de luz.

Existen diferentes tipos de láser, diferenciándose sobre todo en el medio en el que se genera la emisión:

  • Gas (láser de CO2).
  • Sólido (neodimio-yag; alejandrita).
  • Líquido (colorantes).
  • Semiconductores (diodos).

Cada uno emite una determinada longitud de onda, que influye en la capacidad de penetración del láser y, en consecuencia, en la selectividad hacia diferentes componentes de los tejidos, como la melanina, hemoglobina y agua.
 

Preparación para el láser

Antes de someterse a un tratamiento con láser, es importante aplicar sistemas de enfriamiento (aire frío, geles, etc.) para proteger la piel de posibles quemaduras. Asimismo, el especialista en Dermatología aconseja acudir a la sesión con la piel limpia y sin productos cosméticos aplicados.
 

Cuidados tras la intervención

No hay indicaciones concretas, pero tras la intervención en algunos casos puede provocar sangrado, dolor y la formación de cicatrices. Aunque cabe destacar que la recuperación de la cirugía mediante láser es mucho más rápida que otras técnicas.

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