Cirugía de la Epilepsia

¿Qué es la Cirugía de la Epilepsia?

La cirugía de la epilepsia es una intervención que se puede realizar en algunos pacientes con epilepsia focal farmacorresistente. Son farmacorresistentes los pacientes que continúan teniendo crisis después de probar dos fármacos adecuados. Esto ocurre en aproximadamente el 25% de los pacientes con epilepsia. Este tipo de epilepsia puede tener complicaciones sociales y psicológicas, empeora la calidad de vida y aumenta la mortalidad.

La técnica quirúrgica usada depende del caso de cada paciente y consiste en extirpar la zona del cerebro que genera las crisis epilépticas, siempre que con ello no se lesionen áreas cerebrales necesarias para el correcto funcionamiento de la persona.

 

¿Por qué se realiza?

La cirugía de la epilepsia se realiza para eliminar las crisis epilépticas que sufre el paciente y mejorar así su calidad de vida. Puede parecer un tratamiento agresivo, pero si los tratamientos convencionales no funcionan, esta opción debería considerarse.

Una intervención precoz, especialmente en niños, puede evitar el deterioro neurológico asociado a crisis continuadas. Lo mismo ocurre en pacientes adultos, en los que las oportunidades laborales y sociales se reducen de forma importante por tener crisis frecuentes. En el caso de que exista una lesión por ejemplo un tumor benigno la cirugía de epilepsia puede considerarse incluso si la epilepsia no es refractaria.

 

La cirugía de la Epilepsia es compleja pero segura

¿En qué consiste?

La cirugía tiene que ofrecer al paciente un buen balance de riesgo y beneficio. Consiste en resecar la zona del cerebro donde se originan las crisis epilépticas. Para localizar con exactitud esta zona se emplean distintas técnicas como el video EEG prolongado (registro de crisis bajando la medicación antiepiléptica), la Resonancia Magnética de alta resolución, el SPECT y el PET. Hay que realizar también un estudio neuropsicológico para evaluar el funcionamiento cognitivo del paciente (memoria, concentración, lenguaje)

La intervención quirúrgica ha de diseñarse a medida para cada paciente. El objetivo es eliminar por completo la zona de inicio de crisis sin dejar secuelas (por ejemplo problemas de memoria). El neurocirujano se sirve de tecnología compleja que utiliza la imagen de alta resolución (neuronavegador).

En determinados pacientes en lugar de cirugía abierta pueden emplearse técnicas menos agresivas como el láser.

 

Preparación para la Cirugía de la Epilepsia

En algunos pacientes la zona de inicio de crisis se puede localizar únicamente con electrodos de superficie. Si la localización de esta zona no está clara, el paciente puede necesitar electrodos intracraneales en la zona sospechosa. Con ellos se registran crisis para aumentar la precisión en la localización. Además sirven para localizar las zonas cerebrales relevantes (por ejemplo la zona de la movilidad y del lenguaje) mediante estimulación cortical y así poder evitarlas en la cirugía.

 

Cuidados tras la intervención

Después de la operación, el paciente suele pasar unas oras en reanimación. Después pasa a la planta de Neurocirugía, donde se vigila al paciente y se le hacen pruebas de imagen de control para asegurarnos de que no hay complicaciones.

Más adelante los pacientes deberán acudir a controles periódicos con el neurólogo y el neurocirujano. Pasado un tiempo de la intervención y si el paciente se ha quedado sin crisis, se puede plantear una retirada progresiva de la medicación.

 

Alternativas a este tratamiento

Si los medicamentos antiepilépticos no funcionan y la cirugía de la epilepsia no es una opción, existen tratamientos alternativos que pueden ayudar a la mejora de esta enfermedad.

  • Estimulación del nervio vago: Es un dispositivo que se utiliza para el tratamiento de crisis focales y generalizadas en pacientes que no pueden operarse. Se trata de un tratamiento paliativo que puede mejorar otros aspectos del paciente como el humor y la atención.
  • Estimulación del núcleo anterior del tálamo: es un dispositivo intracerebral indicado en crisis focales con o sin generalización que no responden a la medicación. Tiene buenos resultados a largo plazo, con importante disminución en el número de crisis.
  • Dieta cetogénicaes una dieta con restricción de hidratos de carbono que se utiliza sobre todo en niños con epilepsias graves.

 

 

 

21-09-2023
Top Doctors

Cirugía de la Epilepsia

Dra. Mar Carreño - Neurología

Creado el: 13-11-2012

Editado el: 21-09-2023

Editado por: Mireia Frias

¿Qué es la Cirugía de la Epilepsia?

La cirugía de la epilepsia es una intervención que se puede realizar en algunos pacientes con epilepsia focal farmacorresistente. Son farmacorresistentes los pacientes que continúan teniendo crisis después de probar dos fármacos adecuados. Esto ocurre en aproximadamente el 25% de los pacientes con epilepsia. Este tipo de epilepsia puede tener complicaciones sociales y psicológicas, empeora la calidad de vida y aumenta la mortalidad.

La técnica quirúrgica usada depende del caso de cada paciente y consiste en extirpar la zona del cerebro que genera las crisis epilépticas, siempre que con ello no se lesionen áreas cerebrales necesarias para el correcto funcionamiento de la persona.

 

¿Por qué se realiza?

La cirugía de la epilepsia se realiza para eliminar las crisis epilépticas que sufre el paciente y mejorar así su calidad de vida. Puede parecer un tratamiento agresivo, pero si los tratamientos convencionales no funcionan, esta opción debería considerarse.

Una intervención precoz, especialmente en niños, puede evitar el deterioro neurológico asociado a crisis continuadas. Lo mismo ocurre en pacientes adultos, en los que las oportunidades laborales y sociales se reducen de forma importante por tener crisis frecuentes. En el caso de que exista una lesión por ejemplo un tumor benigno la cirugía de epilepsia puede considerarse incluso si la epilepsia no es refractaria.

 

La cirugía de la Epilepsia es compleja pero segura

¿En qué consiste?

La cirugía tiene que ofrecer al paciente un buen balance de riesgo y beneficio. Consiste en resecar la zona del cerebro donde se originan las crisis epilépticas. Para localizar con exactitud esta zona se emplean distintas técnicas como el video EEG prolongado (registro de crisis bajando la medicación antiepiléptica), la Resonancia Magnética de alta resolución, el SPECT y el PET. Hay que realizar también un estudio neuropsicológico para evaluar el funcionamiento cognitivo del paciente (memoria, concentración, lenguaje)

La intervención quirúrgica ha de diseñarse a medida para cada paciente. El objetivo es eliminar por completo la zona de inicio de crisis sin dejar secuelas (por ejemplo problemas de memoria). El neurocirujano se sirve de tecnología compleja que utiliza la imagen de alta resolución (neuronavegador).

En determinados pacientes en lugar de cirugía abierta pueden emplearse técnicas menos agresivas como el láser.

 

Preparación para la Cirugía de la Epilepsia

En algunos pacientes la zona de inicio de crisis se puede localizar únicamente con electrodos de superficie. Si la localización de esta zona no está clara, el paciente puede necesitar electrodos intracraneales en la zona sospechosa. Con ellos se registran crisis para aumentar la precisión en la localización. Además sirven para localizar las zonas cerebrales relevantes (por ejemplo la zona de la movilidad y del lenguaje) mediante estimulación cortical y así poder evitarlas en la cirugía.

 

Cuidados tras la intervención

Después de la operación, el paciente suele pasar unas oras en reanimación. Después pasa a la planta de Neurocirugía, donde se vigila al paciente y se le hacen pruebas de imagen de control para asegurarnos de que no hay complicaciones.

Más adelante los pacientes deberán acudir a controles periódicos con el neurólogo y el neurocirujano. Pasado un tiempo de la intervención y si el paciente se ha quedado sin crisis, se puede plantear una retirada progresiva de la medicación.

 

Alternativas a este tratamiento

Si los medicamentos antiepilépticos no funcionan y la cirugía de la epilepsia no es una opción, existen tratamientos alternativos que pueden ayudar a la mejora de esta enfermedad.

  • Estimulación del nervio vago: Es un dispositivo que se utiliza para el tratamiento de crisis focales y generalizadas en pacientes que no pueden operarse. Se trata de un tratamiento paliativo que puede mejorar otros aspectos del paciente como el humor y la atención.
  • Estimulación del núcleo anterior del tálamo: es un dispositivo intracerebral indicado en crisis focales con o sin generalización que no responden a la medicación. Tiene buenos resultados a largo plazo, con importante disminución en el número de crisis.
  • Dieta cetogénicaes una dieta con restricción de hidratos de carbono que se utiliza sobre todo en niños con epilepsias graves.

 

 

 

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