Quiero que juguemos
Escrito por:Quiero que juguemos.
Pensemos en el juego, enfatizando en el gerundio: jugando, la acción, el hacer.
Qué significa el juego y qué factores intervienen
El juego implica hacer. Un hacer enmarcado en un espacio y en un tiempo, que nos permite elevarnos a otro lugar pero sabiendo que estamos limitados por unos bordes que, a la vez, dan alas para salirse de ellos, sin saber dónde llegaremos.
Veamos jugar a un niño. Su juego no se desarrolla en el aire, sino que este transcurre en un tiempo determinado, un espacio donde se despliega la actividad y elementos imaginarios o concretos que hacen de materia.
Importancia de participar e invertir tiempo en jugar con los niños
Una manera de entender el juego sería como una actividad sin mandatos, con libertad. Para que los niños jueguen libremente deben sentirse seguros, estar en un ambiente que los contenga, es decir, un orden externo que permita su libertad interna. El tiempo del juego es un aquí y ahora, un tiempo espontáneo.
Una buena forma de acompañar o de jugar con un niño es participando de las reglas que caracterizan el juego, ya sean explícitas o implícitas. Lo importante para el niño es que no minimicemos el valor de estas reglas, por lo que no debemos ignorarlas.
Jugando el niño está realizando una actividad para él muy seria, teniendo su juego, una finalidad infinitamente impredecible. Los especialistas en Psicología proponen a los padres, tutores y familiares que se tomen un tiempo para verles jugar, que acompañen su juego, sin imposiciones, sin estrés, ni prisas, sin ordenarles objetivos. Vivirán una experiencia regresiva a aquellos años infantiles, donde nos adentrábamos en un mundo seguro pero incierto, conocido pero sorprendente, poblado de personajes amables y otros temidos… pero, sobre todo, ¡un mundo placentero!